Capítulo 23 🌾

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Seokjin se la pasaba metido en su despacho en casa y en su oficina en su bufete de abogados, no había poder de convencimiento que lo hiciera detenerse en la defensa del joven Lee. Era firme, decidido y sobretodo muy empecinado y lo que se le metiera entre ceja y oreja nadie se lo quitaba ni el mismo Kim Namjoon, su esposo, a veces...       

. Amor, te traje algo de comer.

. Gracias Joonie.

. Necesitas descansar precioso.

. Lo haré cuando ese pobre chico quede libre, en tres días irá a juicio y si no termino de armar el caso a su favor lo mandaran a la prisión de máxima seguridad… en ese lugar a los chicos como él los hacen pedazos, él no es peligroso.

. ¿Has hablado con él? – preguntó Namjoon.

. Si, la última vez que estuve en la hacienda con Jimin y kookie me llevaron a la comisaría donde esta en prisión preventiva y… dios Namjoon, es un chico tan triste… su mirada te llena de dolor el alma.

. ¿Quien será el abogado de la familia del tipo?

. Ese es el problema… será Ming.

. ¡Ming!

. Sí, ese maldito me pone de nervios y me dan ganas de golpearlo cada que objeta cada una de mis preguntas o comentarios.

. Calma, tu podrás. – Namjoon masajeó sus hombros – siempre lo haces, eres un excelente abogado mi amor. – Seokjin gemía con los movimientos de los dedos de Namjoon en su cuello y hombros. Pero pronto sus manos bajaron hacia su espalda y la boca del moreno empezó a pasearse por el cuello de Seokjin.

. Namjoon… sé lo que estas haciendo…

. ¿Quieres que me detenga? – Seokjin escucho la sonrisa de Namjoon en su voz, sabía que sonreía.

. No… - Seokjin se levantó de su lugar y se abalanzó hacia los abultados labios de su esposo y este rápidamente lo tomó de la cintura y lo dirigió hacia la habitación donde se dedicó hacerle el amor al mismo tiempo que masajeaba su cuerpo y paseaba sus manos por aquellos rincones que solo él tenía el placer de conocer.

Se sentía tan feliz de tener a alguien tan hermoso a su lado y tan feroz en su profesión, lo amaba, amaba que su esposo solo con él mostrará ese lado sensual y delicado que tenía, frente a todos Seokjin mostraba al abogado pero frente a Namjoon era aquel pequeño universitario al que conoció llorando en un cubículo de la biblioteca porque estaba cansado de tanto estudiar para su examen…

Esa había sido la primera vez que el corazón de Namjoon dolió por ver a alguien llorar.

Recuerda que lo sacó de ese asiento y lo llevó en brazos a su habitación en la casa de la fraternidad a la que Seokjin pertenecía. Pero cuando quiso irse el, en ese entonces rubio, ya no lo dejó irse.

Durmieron toda la noche y en la mañana Seokjin se sentía tan tranquilo al despertar a lado de ese moreno tan atractivo pero también apenado por el modo en que lo conoció. Debido a eso lo esquivaba era tanta su vergüenza por lo que hizo esa noche, el ponerse debilucho y obligarlo a quedarse.

Pero lejos estaba de lo que Namjoon realmente quería, el había quedado prendado de Seokjin desde ese momento, pero tampoco quería obligarlo a aceptar algo que para él era evidente que Seokjin no quería.

Pasaron años antes de que se reencontrarnos nuevamente y todo gracias a Jungkook, que había tenido unos problemas legales pues era un loco lleno de energía, se iba de fiesta y regresaba ebrio chocando con su Audi deportivo contra un escaparate, pero al ser un empresario con fama fue más notorio.

Al buscar un abogado Jungkook dio con Kim, habían pasado años así que Namjoon no unió los hilos de quien era Kim, había miles de Kim’s, pero al verlo rápidamente lo reconoció.

Desde entonces platicaban, se mensajeaban, de pronto el tono de los mensajes cambió y sus platicas empezaron a ser coquetas e insinuantes y al final, se rindieron, querían estar juntos y no volvieron a perder el tiempo.

Una noche después de salir de la corte, Seokjin llamó a Namjoon, tomaron unas copas y al final de la noche terminaron en la cama con sabanas de seda de Seokjin, haciendo lo que deseaban desde que estaban en la universidad y para ambos fue como beber agua de un oasis en el desierto.

Años después esa sed y la ansia por el otro no había disminuido ni un poco, se habían casado hacia 2 años y desde entonces estaban felices, por supuesto que  había momentos en que terminaban pelando, después de todo ambos tenían sus ocupaciones y la falta de tiempo algunas veces hacia mella en sus ánimos, pero siempre sabían como solucionarlo era parte de conocer tanto del otro siempre solucionaban sus problemas de la mejor manera, la comunicación era su base y el sexo la presea si llegaban a solucionar todo de buena manera.

Al final de su encuentro, Seokjin se quedó profundamente dormido, necesitaba descansar para tener la mente fresca y Namjoon lo sabía, por eso lo había seducido, todo fue con el propósito de hacer a su amor descasar.

Al día siguiente Seokjin se despertaba con el rose de algo suave en su brazo.

. Mmm… Namjoon… - al abrir los ojos Seokjin se encontró con la tierna sonrisa con hoyuelos de su esposo, el cual estaba enfundado en un carisimo traje de marca listo para ir a la oficina.

. Buenos días precioso.

. ¿Cómo es que me puedes dominar así? Debía seguir trabajando Namjoon. – ambos sonrieron.

. Necesitabas descansar mi amor. Y lo sabes.

. Si lo sé, muchas gracias Namu. – Namjoon se inclinó hacia la cama y beso los suaves labios de Seokjin y se retiró después a tomar la charola del desayuno que incluía una rosa blanca a la cual le había robado un pétalo y eso había sido lo que había despertado a Seokjin.

Al ver la charola de desayuno Seokjin sonrió pero al oler aquel omelet su estómago se revolvió.

. Se ve delicioso, Namu, pero no tengo hambre… estoy demasiado nervioso.

. Necesitas comer amor, ese juicio lo tienes ganado, el tipo era una lacra, no te preocupes, cualquiera que vea a ese joven podrá deducir que es una víctima de los ataques psicológicos de ese idiota.

. Psicológico… un psicólogo, Namjoon – gritó Seokjin

. ¿De que hablas amor?

. Necesito un psicólogo que evalúe la salud mental de Lee. Y se perfectamente a quien llamar.

. Pues hazlo amor, llámalo.

Con una sonrisa Seokjin se levanto dejando el desayuno en la mesita de noche nuevamente pero al llegar a la puerta de la habitación se regresó y corrió nuevamente hacia la cama y aterrizando de golpe sobre el cuerpo de Namjoon sacándolo un quejido y una carcajada después.

. Gracias mi amor, tendrás tu premio al final del día.

. Mmm… que maravilla, estaré ansioso – empezaron a besarse y cuando Seokjin sintió que el beso empezó a subir de intensidad decidió separarse.

. Tienes que ir a trabajar Joonie. Nos vemos a la hora de comida si quieres.

. En mi oficina o la tuya.

. Aquí en casa porque quiero gemir a mi gusto

. Tu idea me gusta más – nuevamente se besaron pero solo fue un beso suave, lo intenso lo dejarían para después.

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Adivinen que... Si...

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Enseguida subo el siguiente...

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