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El ambiente se volvió más denso de lo que debería haber sido. La risa que había soltado hace unos momentos se apagó rápidamente mientras mis pensamientos regresaban a lo que Nemo había dicho. Algo en sus palabras, a pesar de lo ridículo del momento, había tocado un punto sensible.

“Hey, Nemo,” dije finalmente, con un tono más serio, sin la habitual broma en mi voz. "Hablando en serio ahora, ¿tengo alguna posibilidad de ganar? Ya sabes... contra ‘esó’.”

Doll, que seguía acurrucada a mi lado, dejó de jugar con la mini consola. N, aunque somnoliento, levantó la cabeza, y J dejó el libro sobre su regazo, mirándome con una mezcla de curiosidad e incomodidad. Ninguno de ellos entendía del todo a qué me refería, pero el cambio de tono no pasó desapercibido.

Nemo guardó silencio por unos segundos, probablemente procesando la pregunta. Luego, su voz metálica se activó de nuevo, más neutral que antes, pero con un toque de lo que solo podía describirse como un análisis frío y calculado.

"Las probabilidades de éxito son... muy bajas," dijo finalmente. "Casi nulas, de hecho. Basándome en los datos disponibles, en tus capacidades actuales y en la naturaleza de tu oponente, las probabilidades de ganar son aproximadamente 0000000000000000.02%."

El aire en la habitación parecía detenerse. A pesar de la forma robótica de decirlo, las palabras de Nemo cayeron como una losa. Miré al techo, como si de alguna manera la respuesta pudiera estar ahí, flotando en el vacío. Ni Doll, ni J, ni N entendían a quién me refería, pero el peso de la respuesta los afectó de algún modo. Podía sentir la tensión en el aire.

“Así que... básicamente nada,” murmuré, aún mirando el techo, tratando de asimilarlo. No me sentía sorprendido, pero sí algo... desanimado. Las probabilidades no eran un factor que me preocupaba mucho en el día a día, pero escucharlas con tanta claridad era otra cosa.

Doll me miró, evidentemente preocupada, aunque no decía nada. N frunció el ceño, claramente confundido, y J entrecerró los ojos, probablemente intentando entender lo que Nemo acababa de decir.

Justo cuando la pesadez del momento parecía demasiado densa, Nemo añadió: "Pero... siempre logras salirte con la tuya, ¿no? Tal vez encuentres la manera de vencerlo o molestarlo. De alguna forma... inesperada."

Esa última parte sonó casi... ¿optimista? O lo más alentador que podría decir Nemo en buena fé. No pude evitar sonreír levemente, aunque no era suficiente para aliviar por completo el peso que sentía en el pecho.

"Siempre hay algo, ¿eh?" respondí, más para mí que para Nemo.

J dejó escapar un resoplido, cruzando los brazos. "No entiendo que está pasando pero si algo se es que Nunca te rindes... Bueno casi siempre te rindes.., así que no es como si esas probabilidades importaran tanto a lo que sea que se refieran," dijo con su habitual tono despreocupado, pero había algo en su voz que sonaba... casi alentador. Como si, a su manera, tratara de levantar el ánimo.

Doll, en cambio, permaneció en silencio, pero su agarre en mi brazo se apretó ligeramente. No sabía si lo hacía por preocupación o para darme apoyo.

N simplemente volvió a apoyar la cabeza en mi regazo, volviendo a acostarse sin mucha más reacción.

Con la tensión aún en el aire, miré a N, que ya había vuelto a acomodarse en mi regazo, como si nada de lo que había pasado le concerniera. Una leve sonrisa apareció en mi rostro, más por el contraste entre su actitud despreocupada y la conversación anterior. Sin decir nada, extendí mi mano y le di un leve pellizco en la mejilla, justo donde aún se notaba una pequeña abolladura que le había dejado antes.

"Hey, niño," le dije, mientras su cuerpo daba un leve respingo por la sorpresa. "¿Tú puedes usar esas habilidades de desmontaje, verdad? Ya sabes, todo eso que hacen los drones como tú."

¿Y si...? [Drones asesinos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora