¿De verdad eso es el amor?

Consecuencias 2

Un mes después del beso.
Planeta Vegeta.

El Príncipe y su mejor amigo terminaban de entrenar.
_ Vegeta, me tienes preocupado¿Pasa algo que no me estés contando?
_ ¡No pasa nada! ¿Qué habría que contarte?-Contesta de malas maneras.
_ Sólo lo digo porque te veo más serio de lo habitual y en el entrenamiento si no me concentro del todo, hubieras acabado conmigo. ¿Tenemos alguna amenaza cerca?
_ No, no hay ninguna amenaza y tú deber es estar concentrado siempre Goku. Nunca se sabe cuándo pueden aparecer.
_ Es cierto mi Señor, pero parece preocupado por algo. Ahora que pienso, hasta ha dejado de salir en las noticias de sociedad.
_ Y eso qué más da. Soy Príncipe y no carne de la prensa amarilla.
_ Hasta hace poco eso no te importaba.
_¿Ahora eres tú uno de ellos? ¿Te apetece volver a la sala de entrenamiento y te doy mis declaraciones?
_ No será necesario Príncipe. Entendido.
_ Nos vemos luego.

Vegeta se marcha a su habitación. Necesitaba una ducha después de tan duro entrenamiento.
Ya bajo la ducha, el agua caliente le hizo reflexionar. No dejaba de tener razón su amigo cuando decía que lo notaba cambiado.
Desde aquí beso en la Luna no era la misma persona. Se prometió a sí mismo que aquello no había sido nada y regresó a su planeta para hacer su vida normal. Nada más lejos de la realidad.
Transformó la idea de la expulsión en una victoria. Pensó que le ordenaron abandonar la sala porque había llegado a una conclusión muy inteligente y ellos no. Eso le llenó de orgullo y se animó a salir y disfrutar de la noche.
Salió a tomar unas copas con Goku y sus amigos. Se les acercaron unas chicas muy guapas y entablaron conversación mientras bebían. Vegeta sabía muy bien lo que decir para obtener lo que quería y en muy pocos minutos la tenía comiendo de su mano. Tras unas cuantas bebidas deciden ir al apartamento privado del Príncipe, lugar donde culmina sus encuentros.
Una vez allí la invita a tomar algo, pone música, bailan y van directos al dormitorio, donde dan rienda suelta a sus deseos. Ya saciados, la deja en su casa y una sensación nueva le invade. Culpa. ¿Por qué se siente culpable si no hizo nada malo? ¿Por qué cada beso, cada caricia le hacía rememorar ese encuentro con Bulma?
_ ¿Por qué no te puedo sacar de mi cabeza?
Vegeta da un golpe en la pared de la ducha y ve como corre su sangre junto con el agua.
_ Ojalá te fueras tan fácilmente. Tengo que olvidarte.
Sale de la ducha y ve como el móvil de la Sociedad se ilumina. Se acerca, lo desbloquea con rapidez, puede que sea ella, tiene que ser ella.

"Se requiere que acudan a la Sede de la Sociedad en menos de 48 horas Solares.
Es de gran importancia."

El Príncipe cierra el mensaje y empieza a preparar el viaje. Para algo se había estado esforzando tanto en sus entrenamientos. Estaría preparado.

Quizá no estaba preparado para lo que le estaba esperando.

Planeta Tierra.
Bulma estaba en su cama tratando de dormir. La luz del móvil de la Sociedad la pone en alerta.
_ ¿Qué raro? No corresponde hacer otra reunión. Por favor, que no seas tú.
Desbloquea el dispositivo temblorosa y lee el mensaje. Era el mismo que el del guerrero.
_ Algo malo pasa.
Se pone el despertador más temprano para salir pronto. Vuelve a intentar dormir. En su interior si deseaba que el mensaje fuese de Vegeta.

Bulma, ten cuidado con lo que deseas porque se puede cumplir.