Capítulo 4

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Muy de madrugada Lay y Xavi supieron por Peng que Zhan estaba perdido que iban a ir a la montaña a ver si lo encontraban, se fueron en la camioneta con Peng pues como Lili estaba embarazada no querían que fuera para que no se impresionara.

El trayecto era de más de dos horas así que mientras más rápido mejor.

Por su parte Dylan le hablo a Jackson que andaba de parranda y le dijo que su primo estaba perdido en la montaña, que debían ir pues no le iban a dar preocupaciones a su tío quien estaba mejor de salud, como pudo jackson llegó y buscó algo de ropa.



En la cueva.....

Yibo: se recostó a un lado de Zhan, no quería taparlo pues podía darle más temperatura y no tenía cómo ayudarlo, así que lo dejó destapado, los parches ya no estaban fríos y el alimento casi se había acabado, agua si tenían.

Sino quieres dormir no pasa nada, obvio que no me tienes confianza, prometo que no te haré daño.

Zhan: Se que no me harás daño, quiero cerrar mis ojos y despertar en mi cama, eso es lo que necesito, gracias por enseñarme que existen personas buenas, no te importo retrasarte con tal de ayudarme.

Gracias Yiyi, si tengo frío o hablo dormido puedes taparme por favor, prometo que te invitaré a una cena en el restaurante más hermoso de Shangai.

Yibo: Ya dijiste, me vas a invitar a cenar, pero ahorita duérmete, yo te cuidaré estas horas, cuando amanezca vendrán por nosotros o si estás mejor los dos bajaremos.

Zhan se quedó dormido en medio de la plática, mientras yiyi pensaba que tanto daño le habrías hecho como para no pedir ayuda, tal vez el bulling que recibió lo dejó sin autoestima.

Rato después también se durmió hasta que escucho que Zhan tenía frío, lo podía ver abrazándose solo para mitigar el aire que se sentía, con todos los nervios hechos garras lo abrazó para que sintiera el calor humano, fue entonces que se calmó, pero no lo abrazó ni se recargó en su hombro o en el pecho, con eso pude ver que su sufrimiento era demasiado.




Pasaron varias horas más y entonces fue sintiendo la luz del amanecer, Yibo tenía aún abrazado al pelinegro, así que con cuidado lo acomodó y se paró, tal vez estaba muy cansado, era lógico después de ese dia tan pesado, alzó sus brazos vio el amanecer, tomó su celular, tomó varias fotos hasta que se asomó a ver a Zhan y entonces le tomó varias fotos dormido.

Sabía que pronto alguien los iba a buscar, no se hubicqbq donde estaban, pero lo primero esa la salud de ese hombre, todo lo demás podía esperar, se sentó unos minutos.

Zhan abrió sus ojos ya se sentía mejor, miró a ese castaño que había sido tan compasivo con él sin ser su amigo.

Sonrió dulcemente aunque su estómago estaba gruñendo de hambre, esas horas de sueño lo repararon por completo.

Yibo: Te ves mucho mejor, pero no te pares seguro estarás mareado, ya no me queda comida, si mis primos vinieron al rescate no tardan en encontrarnos, no te preocupes.

Zhan: Mi hermana debió haber enviado a mi cuñado Peng, si Lay supo vendrá con él para asegurarse que estoy bien.

Yibo: Antes que nada pásame tu número celular por favor, no quiero perder contacto contigo.

Zhan: Se lo anoto y se quedó otra vez recostado, no tenía fuerzas para admirar la naturaleza desde las alturas, se sentía extraño pues era el primer hombre que conocía que no lo miraba mal.

Sabía que era una falta de respeto si le preguntaba si tenía pareja, tal vez tenía su esposa o novia, despejó esos pensamientos de su mente, estaba loco.

Perdidos en la Montaña Donde viven las historias. Descúbrelo ahora