Smeraldo | • KookMin

Capítulo 11

Esa mañana, Jungkook sabía que su estado había mejorado significativamente, pero su hombro aún le dolía ligeramente. Sin embargo, no era el dolor físico lo que lo mantenía despierto. Era la inquietud que sentía en su corazón, una sensación que no podía ignorar.

Se sentó con cuidado y suspiró, su mirada fija en las escaleras de la torre. Sabía que Jimin aun dormía allí arriba, y no podía dejar de pensar en él. La curiosidad lo consumía.

—No cometas una estupidez, Jeon —se murmuró a sí mismo, intentando razonar.

Pero sus pies parecían tener vida propia, y se puso de pie sin pensarlo. Subió las escaleras con sigilo, pisando con cuidado cada escalón.
Al llegar a la habitación de Jimin, se detuvo un momento antes de entrar. Respiró hondo y empujó la puerta con suavidad.

Jimin dormía en la cama, su silueta estaba iluminada por la luna esa mañana. Jungkook se acercó con sigilo, su corazón latiendo con fuerza.
Pero justo cuando se inclinaba hacia él, Jimin abrió los ojos. Jungkook apenas reaccionó antes de que Jimin tomará su máscara y se la colocara rápidamente.

—¿Alteza? —murmuró Jimin, su voz baja y cautelosa.

Jungkook se detuvo, su mirada fija en la máscara que ahora cubría el rostro de Jimin. Se sintió un poco decepcionado por eso.

—Lo siento —dijo Jungkook, con voz baja— No quería despertarte.

Jimin se sentó en la cama, su mirada fija en Jungkook.

—¿Qué pasa? —preguntó, su voz aún llena de sueño.

Jungkook se encogió de hombros.

—No podía dormir. Quería... asegurarme de que estuvieras bien.

Jimin lo miró con ojos penetrantes.

—Estoy bien. Gracias por preocuparse, alteza —dijo Jimin, su voz baja y respetuosa.

Jungkook sonrió, sintiendo una sensación de alivio.

—De nada —murmuró.

Parecía que iba a irse, pero de repente se detuvo y se giró hacia Jimin.

—Lo siento Omega—dijo Jungkook, su voz baja e intensa.

Antes de que Jimin pudiera reaccionar, Jungkook se abalanzó contra él, su mano extendida hacia la máscara de Jimin.

—¡No, por favor! —protestó Jimin, intentando luchar para evitar que Jungkook le quitará la máscara.

Pero Jungkook era demasiado fuerte. Lo tomó con fuerza, impidiendo sus movimientos sobre la cama. Su cuerpo lo apresó por completo. Aún así, Jimin no dejó de luchar y removerse bajo su cuerpo.

— No lo haga, por favor, no— suplicó Jimin en vano.

Con un movimiento rápido, Jungkook le quitó la máscara. Jimin giró su rostro, temeroso, intentando ocultarse sin éxito.

—No, me vea, por favor — susurro Jimin con su voz quebrada en lágrimas llena de vergüenza y miedo.

Jungkook se quedó en silencio, su mirada fija en el rostro de Jimin. Por un momento, solo hubo un silencio tenso entre ellos.
Jimin se sintió expuesto, vulnerable. Su corazón latía con fuerza, y las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos. Todo su cuerpo temblaba de miedo.

Pero Jungkook no dijo nada. Solo lo miraba, su expresión indecible. De un momento a otro, se quitó dejándolo libre.
Jimin se alejó y se hizo un ovillo, abrazando sus rodillas y ocultando su rostro entre ellas. Su voz temblorosa y llena de lágrimas.