Smeraldo | • KookMin

Capítulo 18

Día 10

Jimin abrió sus ojos esa mañana debido a los rayos de luz que entraban por la ventana. Sus mejillas seguían sonrojadas al recordar lo acontecido anoche. Con cuidado, se dió la vuelta encontrando el rostro del príncipe Jungkook quien dormía plácidamente mientras uno de sus brazos rodeaban su cintura.

Con una pequeña sonrisa, Jimin lo quedó viendo por varios minutos. Todo en ese alfa era perfecto a sus ojos, su Omega lo sabía, y él también lo hacía.

Con cuidado acarició la mejilla de Jungkook y suspiró. Luego se levantó procurando no despertarlo.

Dando una última mirada al Alfa en la cama, Jimin se vistió y salió de la habitación. Ese día estaba nublado por completo, parecía que lloverá en cualquier momento.

Jimin suspiró caminando hacia ese lugar en específico del jardín. Con una mirada triste y melancólica se arrodillo dejando salir un pesado suspiró.

— Lo lamento — habló Yeoha.

Jimin negó con su cabeza y cortó algunas flores.

— Jimin…

— ¿Conseguiste lo que te pedí?— preguntó.

Yeoha asintió con su cabeza y dejó caer las hierbas frente al Omega quien sonrió con algo de tristeza.

En silencio, Jimin tomó lo necesario y se puso de pie para caminar de regreso a la torre, Jungkook aún no despertaba.

— ¿Le dirás verdad?— preguntó Yeoha.

— Lo haré — asintió Jimin.

— Sabes que se irá — le recordó Yeoha.

— Lo sé — murmuró Jimin con una pequeña mueca.

— ¿No vas a extrañarlo? Podrías callar y dejar que él…— intentó decir Yeoha pero, Jimin lo interrumpió.

— Eso sería cruel — murmuró Jimin — Se cuales fueron tus intenciones, pero Hyung — lo observó — Cuando amas algo o a alguien…debes darle la libertad de elegir si quedarse o alejarse de ti.

Yeoha no supo qué responder en esos momentos, su mente se trasladó a su pasado recordando sus errores en vida.

— Supongo que tienes razón…desearía que alguien me hubiera enseñado eso en mi momento — susurro con dolor.

—El pasado es algo que todos deseamos cambiar si tuviéramos la oportunidad Hyung. Pero eso es imposible, en momentos así, toca vivir con lo que se tiene y asumir las consecuencias de nuestras acciones.

— La vida no fue justa Jimin, lo sabes.

— No hay nada que pueda hacer ahora — suspiró Jimin.

Yeoha lo quedó viendo por varios minutos hasta que finalmente suspiró y dijo:

— Ella sigue con vida.

Jimin sonrió, eso le daba un poco de esperanzas.

— Entonces va a funcionar — murmuró siguiendo con su trabajo.

— Por favor, por una vez en la vida, sé honesto con lo que sientes — dijo Yeoha — No tienes nada que perder Jimin.

— Lo sé Hyung…

[...]

La luz del Sol se filtraba por las cortinas, despertando a Jungkook con un suave calor en la cara. Abrió los ojos lentamente, encontrándose con una cama vacía. Frunció el ceño, buscando a Jimin con la mirada. No estaba.

Se levantó y se dirigió a la sala, donde encontró a Jimin sentado en el piso, concentrado en un pequeño frasco que tenía en sus manos. Parecía estar mezclando diferentes hierbas y líquidos con movimientos precisos. Jungkook sonrió, sintiendo una calidez inundarlo al ver a Jimin tan dedicado. Se acercó sigilosamente por detrás, rodeándolo con sus brazos y dejando un pequeño beso en su cuello.