Smeraldo | • KookMin

Capítulo 13

Jimin escuchaba atentamente al príncipe Jungkook contar sus historias, sentados alrededor de una fogata que iluminaba la torre. El anochecer caía sobre ellos.

— Entonces, Mingyu comenzó a llorar, todos nos preocupamos. Recuerdo que mamá le preguntó porque se sentía así — continuó Jungkook— Él se quejó diciendo que no era justo que yo fuera el heredero al trono y no él.

— Él debe querer mucho serlo — comentó Jimin.

— Mmm — asintió Jungkook — Siendo sinceros, si pudiera le daría mi lugar en todo esto— suspiró— Es joven, pero a diferencia de mi disfruta de ese tipo de responsabilidades. Y eso me entristece.

— ¿Por qué?

— Porque me gustaría que disfrutará más su vida… Quiero que Mingyu sea un joven de quince años, uno normal.

— Pero es su elección— señaló Jimin — A diferencia de usted, su hermano puede elegir que quiere ser. Ambos son diferentes y no debería juzgarlo por eso.

Jungkook reflexionó.

— Lo sé, aunque honestamente, a veces siento que lo hago por envidia. Él tiene esa iniciativa que mis padres esperan de mí. Haga lo que haga, solo quiero su felicidad.

— Eso es muy lindo se su parte príncipe — sonrió Jimin.

Jungkook se quedó viendo a Jimin, admirando su belleza bajo el hermoso atardecer.

—¿Puedes contarme algo de ti? —preguntó Jungkook con curiosidad.

Jimin lo observó, su mirada vacilante.

—Yo... depende de qué desee saber, majestad —susurró, su voz apenas audible.

—¿Cómo conociste a Yeoha? —preguntó Jungkook, su interés genuino.

Jimin sonrió, una sombra de nostalgia en su rostro.

—Lo conocí hace cinco años, en el bosque —respondió.

—¿Qué hacías ahí? —preguntó Jungkook, observando cómo Jimin jugaba con una flor en sus manos.

Jimin miraba la flor con detenimiento, sus ojos fijos en los pétalos rosados. Dejando escapar un suspiro pesado, miró al príncipe frente a él.

—Huía —respondió con simpleza.

Jungkook frunció su ceño.

—¿De quién o qué? —preguntó ansioso por saber más.

—Del pasado —respondió Jimin— Todos queremos huir de nuestro pasado, pero le tememos a nuestro futuro. ¿No cree que eso es complicado?

—Lo es —asintió Jungkook— Pero también me hace preguntarme qué tan complicado es tu pasado, lobito —sonrió.

Jimin se sonrojó y bajó su mirada.

—No me gusta hablar de mi pasado... Si tuviera el poder de borrarlo, lo haría sin dudar. Si pudiera haber evitado todo, también lo haría, príncipe —suspiró— Lastimosamente, la vida no es un cuento de hadas, y aunque lo fuera, yo solo sería un personaje secundario sin desarrollo alguno.

Jungkook se inclinó hacia adelante, su voz baja y suave.

—Si yo fuera el escritor de ese cuento, tú serías mi protagonista —susurró.

Jimin lo observó, sus ojos se encontraron y una pequeña chispa pareció encenderse. Fue extraño para ambos, sobre todo para el Omega, quien no entendía qué eran esos repentinos sentimientos que estaba experimentando.

— Príncipe… —dijo Jimin, con voz baja.

— Sí —respondió Jungkook.

— ¿Es malo sentirme bien por su situación? —preguntó Jimin, cabizbajo.