Seokjin suspiró mientras observaba el cielo nocturno, la luna llena iluminaba el paisaje con su resplandor plateado. Su lobo interior aulló con angustia, un lamento que resonaba en su alma desde aquel trágico día. Seokjin no podía hacer nada para calmar el dolor de su lobo, especialmente cuando tenía que ver a Taehyung cada día, un recordatorio constante de su renuncia a su amor.
Con la mirada fija en el balcón con sus puertas cerradas, Seokjin suspiró de nuevo y se dirigió a su habitación. Su turno como guardia había terminado esa noche.
Mientras se despedía de uno de los guardias y entraba a sus aposentos, Seokjin se quitó la armadura con cuidado, perdido en sus pensamientos. No se dio cuenta de la presencia de alguien más en la habitación hasta que unos brazos cálidos lo envolvieron por la espalda. Reconoció al instante esos dedos largos y delicados que tanto amaba.
— Taehyung, ¿qué haces aquí? — Seokjin intentó protestar, pero fue interrumpido por el Omega.
— Por favor, no me pidas que me vaya, porque no lo haré — susurró Taehyung, apoyando su mejilla en la espalda del Alfa, sintiendo su calor.
— No deberías estar aquí, si los reyes o alguien más se entera de esto, podrías estar en serios problemas — susurró Seokjin con preocupación.
Taehyung negó con lágrimas en los ojos.
— No me importa, no me interesa.
— Taehyung, debes irte — dijo Seokjin con un suspiro, sin querer ser duro con él, pero sabiendo que estarían en problemas si los descubrían.
Taehyung no se movió, y al notar eso, Seokjin tomó la iniciativa y se dio la vuelta para quedar frente a frente con él. Fue entonces cuando notó el rastro de lágrimas del Omega.
— Taehyung…
— Quería huir contigo, quería ser feliz contigo… Estaba dispuesto a dejarlo todo por ti, pero tú — sonrió con tristeza, cabizbajo — Tú no tuviste piedad a la hora de dejarme.
— Huir no es vivir, no sería una vida digna. Tú no mereces vivir un amor como este mientras huyes de las cosas — susurró Seokjin, tomando el rostro del Omega entre sus manos — No puedo darte nada a comparación del príncipe, no puedo darte una vida llena de lujos con joyas costosas.
— No pido nada de eso — negó Taehyung.
— Yo…
— Solo quería huir contigo, a donde sea que fuera contigo estaría bien, tú eres suficiente para mí… ¿Por qué es tan difícil de entender? Todo es vida si estoy contigo, todo cobra vida si estás a mi lado, Seokjin.
Seokjin no supo qué decir en esos momentos, solo se quedó perdido en el bello rostro de Taehyung. Completamente perdido en esos ojos color miel llenos de lágrimas que lo miraban con tanto amor.
— Quiero demostrarte que eres todo lo que necesito en mi vida… — dio unos pasos atrás, alejándose del Alfa.
Seokjin lo observó atentamente. Taehyung comenzó a desnudarse frente a él, sus ojos color miel nunca se apartaron de los suyos.
— No me hagas esto… por favor — suplicó Seokjin.
Pero el Omega no hizo caso. Su ropa quedó en el piso y su cuerpo completamente desnudo se acercó a él lentamente, rodeando su cuello con sus brazos.
— Tómame, por favor — susurró Taehyung sobre sus labios.
Y Seokjin lo hizo. Tomó a ese Omega, tomó lo que le pertenecía.Seokjin se hundió en la calidez de Taehyung, su cuerpo respondiendo instintivamente a la necesidad del Omega. Era como si el tiempo se detuviera, solo existían ellos dos, envueltos en un torbellino de emociones y deseos.
Las lágrimas de Taehyung se mezclaron con el sudor de Seokjin, sus gemidos se fundieron en un solo sonido, un lamento de pasión y desesperación. En ese momento, Seokjin olvidó todo, olvidó su deber, su posición, su futuro. Solo existía el presente, la intensidad de Taehyung, la necesidad de sentirlo cerca, de llenarlo con su amor.
Al terminar, Seokjin se quedó abrazando a Taehyung, sintiendo su cuerpo tembloroso contra el suyo.
— Te amo, Seokjin — susurró Taehyung, su voz ronca por las emociones.
Seokjin no respondió, solo lo abrazó más fuerte, incapaz de encontrar las palabras para expresar lo que sentía.
— No te alejes de mí, por favor — suplicó Taehyung, su voz llena de miedo.
Seokjin lo miró a los ojos, llenos de amor y desesperación.
— Yo… — comenzó a decir, pero las palabras se le atascaron en la garganta. No podía prometerle nada, no podía darle lo que él anhelaba.
Taehyung se apartó un poco, sus ojos llenos de tristeza.
— Lo entiendo, Seokjin. No puedo obligarte a nada.
— No, Taehyung, no es eso… — Seokjin intentó explicar, pero Taehyung lo interrumpió.
— Es mejor que me vaya. No quiero causarte más problemas.
Seokjin lo observó mientras Taehyung se vestía, su corazón se llenó de dolor. No podía dejarlo ir, no podía vivir sin ese Omega en su vida, y lo sabía mejor que nadie.
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Smeraldo | • KookMin
Fanfiction"Un príncipe rebelde, Jungkook, se pierde en el bosque después de una emboscada y encuentra refugio en una torre misteriosa, donde conoce a Jimin, un enigmático Omega con secretos que despiertan su curiosidad y su corazón..." ...