Smeraldo | • KookMin

Capítulo 9

- Si Yeoha, es un espíritu del bosque, ¿cómo es que entiendes lo que dice? - preguntó Jungkook mirando al cuervo posado en la ventana.

Jimin lo observó.

- No es tan complicado - se encogió de hombros.

- Ya veo...- asintió Jungkook sabiendo que no obtendría más de él - ¿Puedes preguntar si le agrado?

Jimin frunció su ceño y el cuervo emitió un sonido extraño para Jungkook.

- Él dice que es un mocoso tonto - dijo Jimin para sorpresa de Jungkook.

- ¿Qué? ¿Por qué dijo eso?- preguntó incrédulo y algo molestó mirando al cuervo.

Jimin miró a Yeoha y luego a Jungkook.

- Pensar en los demás no es ser egoísta contigo mismo - susurro lo que Yeoha le dijo.

Jungkook se quedó sin habla, definitivamente había oído esas palabras en alguien más hace tiempo.

- ¿Alteza?

- Había alguien que solía decirme las mismas palabras - sonrió cabizbajo Jungkook - Apenas era un niño y mi preocupación más grande era crecer y saber que tendría que hacerme cargo de todo el reino, sabes.

- Es lo que se espera de un príncipe - susurró Jimin.

Jungkook asintió con su cabeza.

- Mmm... Lo es.

Jimin lo observó con curiosidad, su mirada intensa y penetrante. Yeonha volvió a hablarle. Jimin suspiró y respondió a la pregunta que Jungkook no había hecho aún.

- ¿Sabe por qué los espíritus del bosque no pueden salir de él?

Jungkook negó con la cabeza, su expresión intrigada.

- Los espíritus del bosque se dividen en dos - comenzó Jimin, su voz baja y misteriosa - Una parte de ellos tienen casos pendientes, asuntos no resueltos que los atan a este mundo.

Jungkook se inclinó hacia adelante, ansioso por escuchar más.

- La otra, son aquellos que fueron castigados por la Luna - continuó Jimin - Condenados a vagar en el bosque como almas en pena, sin descanso ni paz.

En ese momento, Jungkook solo podía ver al cuervo en ese árbol, observándolos atentamente con sus ojos brillantes y negros. Parecía escuchar cada palabra, como si entendiera el significado detrás de ellas.

- Los primeros pueden entrar y salir del bosque - explicó Jimin - Pueden interactuar con los vivos. Mientras que aquellos que fueron castigados... - Jimin hizo una pausa, su mirada se volvió sombría - Solo pueden llegar hasta los límites del bosque. No pueden salir, no pueden escapar.

Jungkook se estremeció, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

- Gran parte de estos espíritus - continuó Jimin - Se corrompen por la tristeza y la soledad. Pierden su humanidad, se vuelven malignos y peligrosos. Son una amenaza para los vivos y para los propios espíritus del bosque.

El cuervo graznó suavemente, como si estuviera de acuerdo con las palabras de Jimin. Jungkook se sintió envuelto en una atmósfera de misterio y peligro, y no podía evitar preguntarse qué secreto escondía el bosque y qué papel jugaba Jimin en todo esto.

- Entonces... Yeoha es-

- Un caso pendiente - sonrió Jimin - Uno que está atado a mí.

- ¿Qué?- frunció su ceño Jungkook.

Jimin miró al cuervo y suspiró.

- Yeoha tiene la oportunidad de librarse de este castigo, pero no lo hace - miró a Jungkook - Y yo soy la razón de su decisión.