Capítulo 16

269 69 3
                                    

Jimin observaba al Alfa quien acariciaba su mejilla con delicadeza. Jungkook parecía perdido en la belleza del Omega entre sus brazos. La calidez de su cuerpo junto al suyo se sentía demasiado bien.

— ¿Te lastimé? — preguntó Jungkook, su voz suave y llena de preocupación.

Jimin sonrojó, sus mejillas tiñéndose de un rojo intenso.

— No — susurró, sus ojos brillantes y llenos de una mezcla de timidez y confusión — Pero…

— ¿Pero? — insistió Jungkook, su mirada llena de cariño.

— Me siento muy cansado — murmuró Jimin, su voz apenas audible — No creo que pueda cazar para usted.

Jungkook rió negando con la cabeza. Se recostó mirando el techo de la habitación mientras jugaba con la mano del Omega, sintiendo la suavidad de su piel contra la suya.

— No tengo tanta hambre — respondió, su tono tranquilo y reconfortante.

Jimin, aún envuelto en una nube de emociones, se quedó en silencio por un momento. Luego, con voz apenas audible, llamó:

— Príncipe.

Jungkook se giró para mirarlo, sus ojos oscuros llenos de curiosidad.

— ¿Mmm? — preguntó.

— Nunca antes había estado con alguien más — confesó Jimin, su voz temblorosa. — Ni siquiera me habían besado de esa forma. Fue extraño, mi corazón aún está acelerado y… me siento avergonzado.

Jungkook, conmovido por la sinceridad de Jimin, acarició su mejilla con ternura.

— No tienes que avergonzarte, Jimin — dijo, su voz suave y llena de comprensión.

Jimin sonrió tímidamente, sintiendo una calidez invadir su corazón. La cercanía de Jungkook, el aroma de su Alfa, le transmitía una sensación de seguridad y paz que nunca antes había experimentado. En ese momento, solo quería estar en sus brazos.

[...]

Jungkook miró hacia el cielo observando el Sol a lo alto. A unos cuantos metros, divisó a Jimin sentado cerca del lago.

— Estás aquí…— dijo llamando la atención del Omega mientras se sentaba a su lado.

— Príncipe.

— Me preocupé al no verte a mí lado al despertar — confesó Jungkook con una pequeña sonrisa, avergonzado.

— Quería ver si Yeoha había regresado…— dijo Jimin.

— ¿Él siempre se va por días?— preguntó Jungkook.

— Si, se siente solitario cuando no está…pero lo entiendo — sonrió cabizbajo Jimin.

Jungkook lo quedo viendo, luego miró con dirección al lago.

— ¿Te gustaría ir a nadar? — preguntó, rompiendo el silencio.

— ¿Qué?— lo observó Jimin.

— Vamos, será divertido — sonrió Jungkook.

Jimin dudó por un momento, pero luego asintió con su cabeza, su corazón latiendo con una mezcla de nervios y emoción. 
Jungkook se levantó y extendió su mano hacia Jimin.

— Ven...

Jimin tomó su mano, sintiendo la calidez de su piel contra la suya. Juntos caminaron hacia el lago, la risa de Jungkook llenando el aire.

Al llegar al lago, Jungkook se quitó la camisa y la arrojó sobre una roca. Jimin, con timidez, se quitó la túnica y la dejó caer a sus pies.

El agua del lago era cristalina y fría, pero Jungkook no dudó en sumergirse. Jimin, con un poco de miedo, se acercó al borde del agua, sintiendo el frío en sus pies.

— Ven, no tengas miedo — dijo Jungkook, extendiendo su mano hacia él. — El agua está deliciosa.

Jimin dudó por un momento, pero luego tomó la mano de Jungkook y se dejó llevar al agua.

La risa de Jungkook resonó en el aire mientras lo empujaba suavemente hacia el centro del lago. Jimin, con un grito de sorpresa, se sumergió en el agua, sintiendo la frescura invadir su cuerpo.

Jungkook nadó hacia él, sus ojos llenos de alegría.

Smeraldo | • KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora