Cap. 6 "Si lo piensas, no lo haces" (parte 2)

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NOTA: Espero sus comentarios! No quisiera meter contenido algo difícil de "procesar", ok?

La primer habitación fue a donde alcanzó a llegar Freen, al abrirla encontró una cama queen a un metro de la puerta, pegada a la pared; daba de frente hacia el gran ventanal del lado oriente, por el cual se asomaba buena parte de la ciudad y muy seguramente regalaba los mejores amaneceres (pensó). El piso de madera daba el toque cálido y la calefacción convertía la habitación en un lugar donde sin problema se podía vivir al desnudo sin pescar un resfriado.

El cuarto de baño era una tercera parte de la habitación, con vestidor espejo a cuerpo completo, jacuzzi y regadera de canceles de vidrio esmerilado, los detalles en acero y la regadera de teléfono le daban el toque moderno.

El baño fue breve y refrescante, pero no tan breve como el que tomó Rebecca. La cena lista y ella saliendo de su recámara en bata de toalla y tocando la puerta de la habitación de invitados le dieron a Freen una noción del tiempo transcurrido, estaba por obscurecer y seguía llena de preguntas. El sobresalto al escuchar un "la cena está lista" la hizo abrir la puerta de golpe y toparse con una mujer en iguales condiciones: bata de toalla y cabello mojado. ¿Desde cuando el karma te dilata las pupilas?. Ambas se miraron de arriba abajo y comenzaron los titubeos...

"Si lo piensas, no lo haces" dijo una voz interna en Freen y jaló hacia dentro de la habitación a Becky, girándola y cerrando la puerta. Se pegó de espaldas contra la misma y jaló de la cintura a una Rebecca momentáneamente descolocada y aturdida, pero eso duró poco, pues ese movimiento apretó el botón correcto y Freen se convirtió en el jamón del sandwich entre la puerta y Becky.

Besos urgentes y necesitados, hambrientos y desbocados comenzaron la batalla, de la boca al cuello mientras los nudos de las batas ajenas los desataban el par de manos de la otra. Las batas cayeron y ambas se tomaron el tiempo para admirar la ropa interior de la otra. Esta vez fue Rebecca quien tomó del cuello y la cintura a Freen y volvió a besarla con hambre y deseo, llevándola lentamente hacia la cada vez más cercana (y oportunamente colocada) cama junto a ellas. Un jalón y sábanas y edredón se abrieron para recibir ambos cuerpos semidesnudos, uno sobre otro cayeron con prisa y se comenzaron a acomodar para que las piernas no colgaran, Freen se arrastró de espaldas con los codos quedando atravesadas en la cama. Al lograr el objetivo comenzó a apretar con sus dedos esa carne firme y tonificada y a sentir como iniciaba un incendio en su piel y la ajena. Cada curva fue apretada hacia ella entre sonidos que solo indicaban deseo y necesidad.

Sentirse deseada con las caricias y apretones de unas manos que nunca había sentido y que estaban demostrándole lo valioso e importante del momento y de tener el privilegio de tocarla la comenzaron a abrir a la idea de una sola palabra: "entrega". Nunca había sentido la convicción de permitir que alguien pudiese poseerla y hacer con ella lo que le diera la gana... Nunca, hasta hoy.

Aún así se resistió un poco, cruzando la pierna derecha sobre el cuerpo que tenía encima, puso a Rebecca boca arriba y ella encima, tomó sus muñecas y llevó sus manos sobre la cabeza mirándola como si fuese la cena... ¡Vaya ganas de devorarte ahora mismo!, pensó y al instante siguiente su juicio fue nublado entregando el control a su instinto y su lado puramente animal.

Probó su boca como quien da un mordisco a una fruta suave, besó su cuello y mordisqueó el lóbulo de su oreja derecha mientras dejaba rastros de su respiración agitada. Becky intentó decir lo que fuera, pero los sonidos tropezaron en su garganta, logrando solamente gemidos tan placenteros que fueron combustible arrojado con furia a la fogata que tenía encima. Freen correspondió con gruñidos sensuales.

-Tttssss... ¡Si!- suplicó Rebecca cuando la mano derecha de Freen apretaba su seno izquierdo por sobre el sostén, mientras una boca mordisqueaba el otro.
-Ssshhhh- respondió y comenzó a batallar con esa prenda, con ayuda de la dueña la prenda se fue y mientras se iba un imán jaló su igual en Freen, quedando solo la parte inferior.

Tras sus huellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora