Tras sus huellas.

Cap. 9 "tras sus huellas"

-¿Sabes que en este momento puedo arrestarte, esposarte, interrogarte o... Protegerte, verdad?- dijo Rebecca recargándose en el mismo muro del mirador a menos de un metro de distancia, mirando a lo lejos como Freen lo hacía, sin quitarse las gafas obscuras y acomodando los cabellos sueltos de su coleta apresurada.
-No, no puedes... Y no debes. Ni siquiera tendrías que estar aquí ahora.-
-Se te olvidó algo en Vancouver, cariño (dijo Becky con sarcasmo, sacando el anillo de su bolsillo). Y si, puedo, debo y quiero estar aquí. El haber huido sin notificar te convierte en sospechosa.-
-Sabes que muy probablemente al mismo tiempo de cometerse los crímenes yo estaba contigo, muy a la vista, por cierto.-
-Desde que abandonaste el país los crímenes han cesado. Por lo tanto, señorita Chankimha, se acaba usted de convertir o en sospechosa o en víctima potencial, en un muy posible objetivo. Y como los crímenes ocurrieron en mi país, usted me pertenece y desde este momento está bajo mi custodia.-
-No entiendes, ¡tuve que irme para alejarte de todo esto!-
-Y no lo entenderé si no me lo explicas, por tanto, tenemos muchas horas de vuelo para que puedas hacerme entender que ocurre. Quedas bajo custodia y te recomiendo no decir nada hasta que se pueda proceder formalmente.-
-Te estoy evitando problemas, Rebecca. Dijo Freen volteando a verla con intenciones de comenzar a caminar.-
-Y no lo dudo, has revuelto el agua pero desde que apareciste en mi vida, al parecer fue para eso. Acompáñame por favor.-
Rebecca tomó el antebrazo de Freen de una forma firme pero no agresiva. Freen la miró con gesto de "no quieres hacer esto".
-Suena a cliché pero "no eres tú, soy yo".- dijo tomando la mano de Rebecca y apretando un punto que la hizo abrir los dedos contra su voluntad. "Krav Magá" pensó Rebecca abriendo los ojos exageradamente junto con una sorpresa abriendo su boca por igual. Con su otra mano hizo una contrallave y giró a Freen dejando su brazo doblado a sus espaldas hablándole cerca del oído.

-No sé quién eres, que eres ni de dónde has salido, pero has entrado a mi vida como un proyectil que intercepta y desvía el camino de otro, y te va a costar salir ahora que has entrado. Freen, o como te llames, déjame protegerte.- En un giro, agachándose y pasando por debajo del brazo, ahora era Freen quien tenía sometida a Rebecca con el brazo hacia atrás y pegándose a su espalda de una forma provocativa. Los movimientos de ambas eran tan rápidos y elegantes y la gente era tan poca en el lugar que quien las veía pensaba que estaban jugando como un par de enamoradas, con tantos acercamientos que parecían hasta sensuales.
-Yo te estoy protegiendo a ti.- susurró dando un suave beso y mordisqueando el lóbulo de la oreja izquierda de la oficial.
-No sabes si es por tu pasado o por lo que hiciste en la iglesia.- Rebecca cerró los ojos y recostó su nuca en el hombro de Freen, volteando la cara y buscando la suya. Freen giró para mirarla y el aire tibio de sus respiraciones chocó contra el rostro de la otra haciéndose olvidar que Rebecca podía romperse el brazo si intentaba zafarse, y que Freen buscaba escapar de inmediato no precisamente de la ley, sino de la mirada hipnotizante y el aroma irresistible de Becky.

-Mientras lo averiguamos, nadie debe vernos juntas.-
-¿Ahora resulta que la que debe esconderse como si fuese tu amante soy yo?- Becky rió divertida y después besó el cuello de Freen de una forma tan provocativa que erizó la piel de todo su cuerpo. Un siseo escapó de los labios entreabiertos de Freen que cerró los ojos en reacción.
-Ponte el anillo.-Insistió Rebecca.-Recuerda que eres formalmente la mujer por la que abandoné todo, cariño.- Freen aflojó suavemente el brazo sometido y giró a Rebecca hacia ella. La miró a los ojos y un brillo inexplicable chocó entre ambas miradas.

Freen levantó la barbilla de Becky suavemente y dejó un beso lento y suave que Becky correspondió con una dulzura y calidez que derretiría al acero. Tomó su cintura y la atrajo hacia ella. Terminaron el beso y Freen limpió la comisura de los labios de su "amante" pasando delicadamente el pulgar sobre ellos.

Abrió la palma de la mano pidiendo a Rebecca el anillo. Rebecca se lo dio y Freen lo aventó lejos, cuando intentó forcejear, Freen sacó un par de anillos de su bolsillo y una tarjeta pequeña con un código escrito. Le colocó el anillo a Becky justo en el dedo anular, la contraria imitó la acción acomodando el anillo en el dedo de Freen, quien sacó su teléfono, lo desbloqueó, y en tres "clics" mostró a Rebecca una aplicación abierta, en la que ambos anillos: uno color rojo y otro azul, aparecían latiendo en la pantalla.
-No dejes tu teléfono solo ni un segundo (sacó el teléfono de Becky y los colocó de frente, pasando de inmediato un archivo con AirDrop). Y no confíes en nadie. Si es por tu boda que mi cabeza tiene precio, confiarle a alguien en donde estoy o permitir que lo descubran, va  acabar mi tumba, y si es por mi causa, debo protegerte. Te ayudaré con esto, pero debes prometerme que te cuidarás y no confiarás en nadie, Rebecca.-
-¿Te preocupa que algo me pase?.-
-¡Tonta!, lo que menos quiero es tu muerte en mi consciencia.-
Besaron las manos contrarias y se abrazaron.
-Cuando todo esto acabe, si ambas seguimos por aquí, o por allá, tal vez sea buena idea invitarte un café e intentar cumplir el resto de tu venganza.- Dijo Freen guiñando un ojo y caminando lentamente para alejarse de Becky.

-Cuídate cariño, ¿nos vemos para cenar?- Preguntó en broma Rebecca. Freen se giró y le envió un beso soplado que Becky tomó en el aire y metió a su boca simulando comer algo de un solo bocado. Agitaron sus manos despidiéndose y caminaron en sentido contrario alejándose una de la otra.

"Fue bueno verte" leyó Becky un mensaje que estaba entrando justo ahora a su teléfono. Sonrió, abrió la aplicación y vio como los puntos rojo y azul se alejaban lentamente. De inmediato protegió con contraseña encriptada la app y la quitó del menú principal.

El teléfono sonó. Irin buscando a Rebecca se escuchó del otro lado.
-Cimandante Armstrong, ya terminó de comprar su café?.- preguntó sarcásticamente.
-Voy para allá.-
-Ni siquiera te he dicho dónde estamos, pequeña mentirosa. No estarás de cacería sin mi, ¿verdad?-
-¿Dónde están?.-
-Vamos rumbo al hotel. Te espero allá. Sarocha nunca llegó. Hay elementos haciendo guardia encubierta en el museo.-
-Ok, te veo en el hotel.-
Becky caminó despacio hasta el hotel y cenó ligero. Se duchó, se metió en la cama (invadida por Irin) y puso su teléfono bajo la almohada.

Al amanecer lo primero que hizo fue buscar el punto azul en la pantalla y...
-¿Grecia?!!!- Le vas a salir muy cara al gobierno con tanto viaje de Irin y mío .- Sobrió e hizo lo que Freen le dijo: no se separó de su teléfono en ningún momento.