nueve.

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llamadas telefónicas.

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AMELIA ESTABA INSPECCIONANDO una foto enmarcada en la mesa de café de Aaron. Había inspeccionado la foto antes, pero por alguna razón nunca se dio cuenta de que Carmen aparecía en ella. Era una de sus favoritas, tomada poco después de que Scottie naciera. Él y Carmen estaban sentados en la habitación del hospital, con un pequeño bulto envuelto en una manta rosa en sus brazos. Él estaba en ese momento en el baño, así que Amelia estaba aprovechando la oportunidad para curiosear en su casa otra vez. Siempre le parecía extraño que él tuviera una foto que incluía a su ex justo en la mesa de café para que todos la vieran. Nunca conoció a Carmen, pero siempre la encontró molesta en las entrevistas y las películas. 

Ella y Aaron habían estado saliendo durante un mes y hasta ahora todo iba bien. No eran nada oficial ni nada por el estilo y Aaron insistió en que lo mantuvieran en secreto. Él afirmó que era porque no quería molestar a Scottie, pero ella estaba segura de que esa no era la única razón. Pero de todos modos, eso estaba bien para ella. Le gustaba mantener abiertas sus opciones y era mucho más fácil hacerlo sin tener que preocuparse por la atención de los medios.

Ella se acomodó la coleta alta en la que se había recogido el pelo rubio y luego se alisó la enorme camiseta de los Yankees que llevaba. Solo llevaba un par de bragas de encaje rosa debajo y esperaba que él se diera cuenta. Tenía un partido ese día y había llegado a casa hacía una hora aproximadamente. Ella pasó el día en su casa, esperando a que volviera a casa. Cuando lo hizo, estaba cansado y de mal humor debido a que había ido 0-4. También estaba de mal humor porque tuvo que inventar una mentira para contarles a Carmen y Scottie para poder pasar la noche con ella en lugar de llevarse a su hija. Por lo que escuchó, Carmen no estaba muy contenta con que él se fuera en el último minuto. La pelea a gritos entre ellos se había audible desde la sala de estar, a pesar de que Carmen estaba hablando por teléfono, y la dejó sintiéndose un poco presumida.

Él la eligió a ella sobre ellos.

Cuando escuchó que se abría la puerta del baño, rápidamente dejó la foto y se acercó al sofá. Se subió la parte inferior de la camiseta que llevaba puesta para mostrar más sus muslos. Agarró su teléfono y comenzó a navegar por Instagram, tratando de actuar con naturalidad. Él entró en la sala de estar un minuto después, vestido solo con un par de pantalones deportivos grises. Sus rizos estaban húmedos por la ducha que acababa de tomar y su cuerpo todavía estaba mojado. Tenía los músculos flexionados y una toalla sobre los hombros.

𝐀𝐋𝐖𝐀𝐘𝐒¹ ! Aaron Judge ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora