diez.

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El padre de mierda y el ángel

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El padre de mierda y el ángel.

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    Carmen estaba acostada en la cama, con su computadora portátil apoyada frente a ella. Tenía las gafas puestas y una taza de té en la mesilla de noche a su lado. Vestía una camiseta holgada y un par de pantalones cortos, y llevaba el pelo recogido en un moño. Scottie dormía y la casa estaba en silencio. Era agradable y relajante, y ella disfrutaba de la paz. Estaba navegando por Netflix, tratando de encontrar algo para ver, cuando su teléfono comenzó a sonar.

Ella miró la pantalla y suspiró. No estaba segura de por qué, pero realmente no estaba de humor para hablar con Aaron. Había estado actuando extraño las últimas semanas y eso estaba empezando a molestarla. Había estado cancelando planes con Scottie, ignorándola, y tenía la mala costumbre de dejarla en visto. No sabía qué estaba pasando, pero no le gustaba. Bueno, en realidad tenía una idea de lo que estaba pasando, pero no quería pensar en ello. Porque a pesar de que no habían estado juntos durante casi un año, era demasiado difícil pensar en eso.

Ella agarró su teléfono y lo deslizó hacia la derecha para responder, sosteniéndolo cerca de su oreja.

— Hola, Aaron — dijo ella, intentando no sonar irritada.

Hola — dijo él, cansado y un poco gruñón. Ella pensó que probablemente se había despertado y trató de quitarle importancia a su estado de ánimo. — No puedo llevarme a Scottie. Surgió algo — le dijo, y ella pudo oír la culpa y la disculpa en su voz. Le hirvió la sangre y apretó la mandíbula, haciendo todo lo posible por mantener su temperamento bajo control, pero se le estaba agotando la paciencia.

— Claro que ha surgido algo — murmuró, con un tono sarcástico y lleno de irritación.— Siempre surge algo. Pero bueno, cancela la cita con tu hija de cuatro años. Está bien, ¿no? Estoy segura de que no se enfadará demasiado. Quiero decir, no es que hagas esto cada vez, ni nada por el estilo.

No lo hago — argumentó, enfadándose cada vez más.— No lo hago siempre.

— Sí, lo haces — espetó ella, sacudiendo la cabeza. Cerró de golpe su portátil y se quitó las gafas.— La estás abandonando. Otra vez.

 Carmen-

— No — lo interrumpió ella, sacudiendo la cabeza.— Cállate. Esto es una mierda. Has estado cancelando y ignorándola, y siendo un completo imbécil durante semanas. Ella no va a entender esto, y me estás haciendo quedar como una idiota cuando tengo que inventar excusas porque eres demasiado egoísta para pensar en alguien más que en ti mismo. «Lo siento, Scottie, papá tiene que trabajar. Lo siento, cariño, papá tiene que ir a una sesión de entrenamiento. Lo siento, princesa, papá no puede llevarte a tomar un helado porque tiene que ayudar al tío Tony con algo». Sabes, puede que hayas sido un novio de mierda, pero siempre fuiste un maldito buen padre, ¿y ahora? Ahora, eres solo un padre de mierda, y una persona de mierda. ¿Qué te pasa? ¿Te aburriste de tu hija? ¿Ya no la amas?

𝐀𝐋𝐖𝐀𝐘𝐒¹ ! Aaron Judge ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora