𝐀𝐋𝐖𝐀𝐘𝐒¹ ! Aaron Judge ✓

trece.

tensión.

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Carmen estaba de pie junto al fregadero, lavando los platos. Aaron se acercó y se paró a su lado y su mirada permaneció fija en los platos del fregadero.

—Gracias.— dijo, metiéndose las manos en los bolsillos. —Por dejarme venir. Realmente lo aprecio.

—Ella también es tu hija —respondió ella, sacudiendo la cabeza.— Deberías poder verla.

Él asintió y la observó. Después de unos momentos de silencio, respiró profundamente y habló.

— Entonces, eh... ¿estamos bien? —preguntó, esperando no sonar tan incómodo como se sentía.— O sea, ¿estamos bien?

—Todavía estoy enojada contigo por haberla ignorado un montón, pero sí. Estamos bien. —Cerró el agua y se secó las manos en los pantalones cortos. Finalmente, lo miró y sus ojos se encontraron. Por un momento, el tiempo pareció congelarse. Todo a su alrededor desapareció y solo quedaron ellos dos. El aire era pesado y había una mirada en sus ojos que le hizo encoger el estómago. Ella lo miraba como solía hacerlo cuando estaban juntos y eso le provocó una punzada de nostalgia en el pecho. Había pasado mucho tiempo desde que lo miró así.

—Entonces, ¿estamos bien? —susurró, dando un paso más cerca de ella.

—Estamos bien —confirmó ella otra vez, asintiendo con la cabeza. Él se dio cuenta de que estaba nerviosa y su voz apenas era audible.— Estamos bien.

Él la miró fijamente y ella miró fijamente sus labios. La tensión entre ellos era casi tangible. Era como si la electricidad crepitara en el aire. Parecía surgir de la nada, pero al mismo tiempo, una parte de ambos sabía que siempre había estado allí.

Él se inclinó hacia delante, sin apartar la mirada de ella, y ella entreabrió ligeramente los labios. Podía sentir su aliento en los labios, pero antes de que pudiera acortar la distancia, el sonido de pasos en las escaleras captó su atención.

—¡Papá!

Él se apartó y ambos dieron un paso atrás, la espalda de ella golpeó la encimera. Él se aclaró la garganta y ella miró hacia el suelo, con un ligero rubor cubriendo sus mejillas. Un momento después, Scottie apareció en la cocina, con una gran sonrisa en su rostro.

—¿Vienes?— preguntó ella inclinando la cabeza hacia un lado.

—Sí—asintió con la cabeza, intentando recomponerse.— Vámonos.

La siguió fuera de la cocina y miró a Carmen una vez más. Su mirada estaba fija en el suelo y jugueteaba con el dobladillo de su camisa. Parecía tan nerviosa como él. Quería hacer algo, cualquier cosa, para arreglarlo, pero antes de que pudiera pensar, Scottie le estaba tirando de la mano y lo arrastraba escaleras arriba.

Holiii

Deoss, yo debería estar estudiando, ya que mañana tengo una explosión. Pero es que está lloviendo y esta haciendo frio. ¡El clima esta muy rico!

Pero heme aquí, traduciéndoles esta bella historia.

En fin...

¿Qué tal les pareció? 

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Los amo, besitos<3