¿𝗗𝗲𝗯𝗲𝗿𝗶𝗮 𝗲𝗻𝗮𝗺𝗼𝗿𝗮𝗿𝗺𝗲?

~𝐿𝑎 𝑐𝑎𝑖𝑑𝑎~

Narra Leah

Salte sobre mi cama, ¡Dios!, la alarma de Hermione suena por toda la habitación, no dudo que la hayan escuchado hasta las mazmorras.

-¡Hermione!- dije exaltada mientras le aventaba una almohada.
-¡Ay!, bueno, querías que te levantara, ¿no?, anda ya dormilona- dijo esta regresando mi almohada.

Íbamos caminando por los pasillos, nos tocaba clase con la profesora McGonagall.
Íbamos a tiempo, pero era difícil caminar hasta la otra punta del castillo, y más por que las escaleras cambian de lugar cada segundo.

La clase ya había comenzado, estábamos tomando notas cuando la puerta se abre de golpe y entra Harry y Ron agitados. Era de esperarse, esos dos siempre están en su mundo.
Ellos creían que la profesora no estaba, pero no sabían que era un animago.

Por mi mala suerte, McGonagall no me dejo sentarme al lado de Hermione, ella estaba hasta la otra punta de la habitación sentada con un chico llamado Neville, y yo, bueno, estaba sola.
-Llegamos, ¿te imaginas lo que haría McGonagall si nos descubriera?- dijo Ron.
En eso la profesora volvió a tener su cuerpo humano y se acercó a estos.
-Eso fue algo brillante- dijo Ron, nervioso.
-Gracias por el cumplido, señor Weasley. Tal vez sería más útil si los convirtiera a los dos en un reloj de bolsillo, así tal vez llegarían a tiempo- dijo esta.
-Regresar es un lío- dijo Harry.-Los convertiré en un mapa. Eso los ayudará a encontrar sus sillas- termino McGonagall retirándose.

Ron se sentó en una mesa vacía, así que Harry iba con él para sentarse a su lado, cuando McGonagall hablo.

-Señor Potter, siéntese con la señorita Leah- dijo.
Harry no dudo ni dos segundos y ya estaba sentado a mi lado.
Se veía perdido, pues obvio, llego tarde.
Le di mi cuaderno por debajo de la mesa he hice como si nada.
-¿Qué es esto?- dijo curioso.
-Es para que te pongas al corriente.
Habla menos y escribe más, porque no volveré a ayudarte- dije y el solo asintió con una sonrisa.

Pasaron las horas y se termino la clase. Nos tocaba una clase con Snape así que fuimos directos hacia allá.

Terminando la clase Harry venía molesto, pues nos habían quitado puntos por culpa de el, obvio no era su culpa, Snape pregunto algo que apenas veíamos, solo Hermione la sabía, pero Snape no quiso darle la palabra.

Llegamos al Gran Comedor a estudiar. Todos estábamos escribiendo cuando empezaron a entrar lechuzas, soltaban regalos a las mesas, incluso dejaron un regalo para mi, era una carta, al parecer estaba escrita por mi madre. Deje de prestarle atención cuando vi que no había llegado nada para Harry, en ese momento me sentí mal por el, ya que no tenía a nadie quien le mandara detalles.
-¿Puedo?- dijo Harry a Ron, el cual tenía un periódico en sus manos. Harry lo empezó a leer, informaban que habían robado la cámara 713 en Gringotts. Harry comentó algo de que el día anterior había ido con Hagrid a esa cámara. Nos contó un poco más, pero tuvimos que irnos ya que teníamos clase de vuelo, la cual estaba mezclada con los de Slytherin, que suerte.

La profesora Madame Hooch nos indicó cómo posicionarnos y que decir solo para montar la escoba, algunos lo lograron, otros no, pero los primeros en lograrlo fuimos yo y Harry. A Ron no le fue tan bien, pues su escoba golpeó su nariz.
Madame Hooch nos indicó que subiéramos a la escoba, y eso hicimos, pero algo no salió tan bien. Pues Neville ya estaba en el piso. La profesora nos indicó que lo llevaría a la enfermería, y nos dijo que si veía una sola escoba en el aire, nos expulsarían antes de que dijera "Quidditch".
Todos asentimos y la profesora se marchó, pero en eso llego el pesado de Malfoy.
-¿Vieron su cara?, tal vez si hubiera usado esta cosa habría recordado caer sobre su trasero- dijo recogiendo una bola de cristal en el piso. Era de Neville, y se la habían dado unos minutos antes cuando llegaron las lechuzas.
-Damela Malfoy- dije firmemente.
-¿Por qué debería hacerte caso? Walker.- dijo Draco en todo de burla.
-A ti que te interesa Malfoy, damela de una buena vez.- dije acercándome más a él.
-No, dejemos que LongBottom la encuentre- dicho esto, tomó su escoba voló encima de nosotros.
Mi sangre estaba hirviendo, no iba a permitir que ese pelos tiesos se metiera con alguien. Es como los bully de mi escuela muggle, o tal vez es peor.
Tome mi escoba, estaba apunto de subirme cuando Hermione me detuvo.
-Leah, no lo hagas, te expulsaran, a demás, ni si quiera sabes volar- dijo agarrando mi escoba.
¿Le hice caso? No, obvio no.
Tome mi escoba firmemente y me dirigí hacia Malfoy, los dos estábamos en el aire mientras escuché a lo lejos a Hermione.
-Pero que testaruda- dijo esta.
Volví a concentrarme en mi objetivo, recuperar la bola de Neville y darle una paliza a Malfoy.
-Dame la bola Malfoy- dije fulminándolo con la mirada.
-Tu no me dices que hacer, si la quieres, ve por ella- en eso Draco lanzo la bola muy lejos. Obvio no iba a dejar que se fuera más allá, me concentre y fui rápidamente hacia donde se había ido la bola de cristal. La busqué pero no la encontré. Estaba concentrada viendo al alrededor hasta que vi a Harry rebasándome, me quede quieta porque vi que casi tenía la pelota, la iba a atrapar pero vi que Malfoy iba hacia él tratando de tirarlo, en ese momento fui lo más rápido que pude y empuje a Malfoy. Pero, ¿a quien tiraron?, si, fue a mi. Solo recuerdo como me vio Harry mientras agarraba la bola de Neville. Solo veo mientras iba cayendo, y estando en el piso escuchando pasos. Lo último que vi fue el rostro de Hermione frente al mío, y desde ahí no supe más.