La familia que me vendió está casa me advirtió que había monstruos escondidos en la casa.
Soy escéptico, pero aún así busque en cada rincón, bajo las camas, en los armarios, el sótano, el desván, detrás del sillón.
Jamás encontré un solo monstruo, solamente hallé a seres incomprendidos, obligados a ocultarse, porque otros los veían como monstruos.Hoy puedo decir que son más humanos, que los monstruos con los que convivo fuera de mi hogar.
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Pequeñas historias de terror y tormento
HorrorPequeñas historias de caos, destrucción y muerte