El sonido de los pasos, ese maldito sonido, recorre mis oídos. Odio no tener mis audífonos con música, sin embargo eso no durará mucho.
Aquel muchacho, que odiaba los pasos, se coloco los audífonos... Y saltó.
Por un momento se dejaron de escuchar pasos, pues la sorpresa era tal que congeló todo por un segundo.
Se reanudaron los pasos, pero esos pasos se dirigían al joven colgado, aquel joven que odiaba los pasos.
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Pequeñas historias de terror y tormento
HorreurPequeñas historias de caos, destrucción y muerte