El era mío, ¿Cómo es que no lo entendía?, Le di todo para que estuviéramos juntos, ¿Por qué me sigue negando?, Ella nunca lo amo, y ahora que no está el la ama más.
Ah! Ya se! Si no el no viene, yo iré.
El estaba caminando, e iba llorando por la repentina muerte de su amada, caminaba y pensaba, pero no veía. La muerte aprovecho para llevarse lo que ella quería. La sangre y las lágrimas corrían cómo ríos bajo la llanta de ese autobús. Y así, fue como la muerte se lo llevó a quien quería.
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Pequeñas historias de terror y tormento
TerrorPequeñas historias de caos, destrucción y muerte