Capitulo 5

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Oscar

—Oh, tienes visitas—escuche la voz de Giss—permiso.

Mis amigos se movieron para darles espacio.

Mire como a algunos se les iban los ojos a Giss.

No voy a metir, me hirvio la sangre.

—Como te encuentras—me pregunto mientras hacia la revision de los aparatos que estaba conectado.

—Me duele un poco la cabeza—dije tocando la parte donde me dolia.

—Te aplicaremos medicamento—dijo sonriendome.

Asenti.

—En un monto traeran tu comida—me aviso—Tengo una cirugia en 20 minutos, volvere despues de ella—me aviso.

Ella se fue y mis amigos me miraron con una expresion burlona.

—Que—pregunte.

—No, nada—dijo Lando sonriendo.

—Diganlo.

—Creemos que te gusta tu doctora—dijo Max finalmente.

—No.

¿Oh si?

—No tienes que fingir, vimos como la mirabas—hablo Yuki.

—Como a una persona normal—dije obvio.

—Haste el tonto, te gusta tu doctora—dijo Albon.

—No te culpamos, esta buenisima—dijo Lando.

Note que se mordio el labio, y la verdad me hizo enojar aun mas.

—Ya no me hables—bromee.

—Ves que si te gusta, te encanta—se burlo Logan.

—No puedo negarlo, si esta bonita, pero hasta ahí.

—Eso ni tu te la cres.

Abrieron la puerta y entro Carlos con mi comida.

—Tienes invitados eh—dijo poniendo la mesita para poner la comida.

—Cada dia la comida se ve peor—dije con asco.

—No esta tan mal, Giss pidio que te quitaran la ensalada y te pusieran mas postre—dijo poniendo los dos flanes en la mesita.

Gracias Giss.

Yo le platique que la ensalada me parecia asquerosa.

—Despues le agradecere—dije tomando el tenedor.

Me alegra estar en un hospital privado, la comida no se ve tan mal.

Cuando estuve en el hospital publico el pollo parecia atun, asqueroso.

Carlos se fue y mire las caras de los chicos.

—No es lo que creen.

—Si aja.

—Y que tal ya sabes quien—les pregunte mientras comia.

—¿Eh?

—Esta hablando de Lily idiota—le dijo Albon a Lando.

—Ah esta saliendo con Liam.

—¿Liam?

—Si, el rubio.

—Ya se quien es, pero ¿por que?

—No lo sabemos—dijo Alex.

—Bueno, no me importa—dije mientras comia mis postres.

Amor por intravenosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora