No pudo dormir en toda la noche. La lluvia tormentosa había llegado hasta los Hamptons y azotaba toda la mansión. Jungkook se quedó en su oficina con los audífonos puestos y leyendo un libro para distraer su mente.
Empezó a temerle a ese clima hace varios años atrás cuando apenas era un niño, se remontaba a la época en donde empezaba a ser consciente del mundo. Estaba en uno de los yates de Siwon cuando inició la tormenta. Fue un desastre, su padre estaba intoxicado con drogas y en vez de protegerlo, decidió que seria divertido lanzar a su hijo al mar para ver si podía nadar. Cabe recalcar que se ahogó varios minutos cuando fue rescatado por Jooha, pero el odio generado no fue fácil de olvidar nunca.
Pero aquella noche, por primera vez en toda su vida, no era la tormenta lo que no le dejaba dormir. Era preocupación por Jimin.
A la mañana siguiente fue el primero en empezar a caminar por los pasillos. Caminó por los alrededores verificando con cada guardaespaldas que no hay ocurrido nada inusual, conversó con un par de ellos, asegurándose de que la estadía de los Park siga siendo secreto. Después tomó su auto y recorrió las cercanías de la mansión, se detuvo varios minutos para observar que nadie extraño esté andando por allí.
Volvió a la mansión cuando fue informado de un disturbio dentro de la casa.
— ¡Me voy!
La voz molesta de Jimin le llamó la atención. Jungkook bajó de su auto y lo interceptó en la salida tomándolo por los hombros. El menor levantó la mirada hacia él.
— Me iré con el FBI — le informa, y al intentar soltarse, Jungkook ejerce presión para que no lo logre. — Señor Jeon, suelteme. Quiero irme.
— Cuando dije que la Organización los protege, en realidad me refería a que no tienes opción, Jimin — habló Sebastian detrás del menor. El castaño bajó las escaleras y se cruzó de brazos, orgulloso— Si la Bratva quiere matarnos como tanto dicen, yo los mataré a ustedes primero.
Jungkook hace el esfuerzo por no rodar los ojos ante las palabras de Sebastian.
— ¡Pues mátame! — Jimin le mira por sobre el hombro furioso.
Sebastian saca una pistola y le apunta, es tan natural que deja al menor helado.
Jungkook lo pone detrás de su espalda, asegurándose de apuntar a Sebastian con su pistola. Ninguno de los dos se mueve, así que el abogado dispara al brazo de Strauss haciendo que su amigo suelte el arma y se queje de dolor. Detras de él, Jimin se estremeció e instintivamente se alejó del señor Jeon.
— No saques tu pistola si no estás dispuesto a usarla, Seb — le dice el abogado.
— ¡Hijo de puta!— Sebastian se queja.
Ante el disparo, varios guardaespaldas se habían reunido alrededor y un par de ellos ayudó a Strauss a entrar de nuevo a la mansión.
Jungkook guarda su pistola y mira a Jimin. El menor está más pálido de lo usual, su mirada aterrorizada hace que el abogado se sienta culpable.
— ¿Estas bien? — le pregunta. Y se acerca para tomarle de la mano. — ¿Desayuno?
— No, gracias.
— Ayer avisé que hagan wafles, mocoso.
Jimin mira al piso donde la sangre de Sebastian adorna la entrada, y levanta el pie para no tener que ensuciar sus zapatillas, atravesando la estancia con cautela.
— Creo que voy a vomitar— murmura.
Jungkook detiene su andar y gira a mirarlo y le toma de las mejillas haciendo que lo vea a la cara. Su entrecejo fruncido parece genuinamente preocupado.
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OBSESSION | Kookmin |
Fanfic× NO SE PERMITE ADAPTACIONES × - este fanfic es una adaptación de mi libro original "Obsession: el abogado de la Mafia ". Sinopsis: Él es un impecable abogado que lleva el apellido más prestigioso del país. Elegante, arrogante y audaz. Al ser el m...