Estaba especialmente guapo esa mañana.
Pese a que lo analizaba constantemente, nunca me había fijado en que su pelo era extremadamente rubio, casi blanco. Su tez era pálida y sus brillantes ojos rubíes destacaban en un rostro completamente simétrico. Si no fuese por su aspecto desaliñado, parecería un ángel... bueno.
Parecería un ángel si no fuese egocéntrico, si no fuese tan borde, mal hablado, si no tratase a todo el mundo con superioridad y le desease la muerte a cualquier persona que le lleva la contraria. Quitando ese carácter de mierda, esa personalidad de mierda, y lo mal que me había estado tratando... parecería un ángel... O más bien parecía lo contrario.
La tentación en persona. Y, preciso, con carácter desafiante, y ese aspecto que acababa de descubrir que me atraía tantísimo, Katsuki Bakugo podría definirse como la tentación en persona. Y esa mañana, después de no haber vuelto a hablar desde la última vez que nos besamos, estaba muy guapo, joder.
El resto de las prácticas, como he dicho, ni nos miramos. El no volvió a dirigirme la palabra y me evitaba cada vez que nos quedábamos solos. El fin de semana, cuando nos despedimos del Número Cuatro, su madre se ofreció a llevarme a casa con ellos, para evitar coger transporte público, y cómo mi primo, Aizawa, estaba muy liado, me escribió para pedirme que volviera con la vecina. El viaje fue incómodo, casi pareciera que Bakugo no estaba en el coche. Yo me limité a mirar por la ventana admirando las calles de Japón y salir escopeteada dando las gracias cuando llegamos a nuestro destino. Y no volví a cruzarme con él ni a verlo hasta ese lunes.
Tan estúpidamente guapo.
Los exámenes se acercaban y la clase estaba revuelta. Todos querían estudiar y avanzar materia para aprobar los test finales. Yo solo podía mirarlo. Eso me enfurecía, por que no lo aguantaba... pero no podía parar de pensar en nuestro beso y en lo irremediablemente atractivo que se había vuelto desde que resolvimos parte de la tensión que había entre nosotros durante las prácticas.
Kirishima le había pedido ayuda, así que, aproveché esa ocasión que no podía desperdiciar para intentar entender mejor a qué se refería Bakugo con que ser su debilidad era un problema. Tal como lo pintó, parecía ilegal sentirse atraído por mí y he de confesar que eso me molestó. Me acerqué a ellos con paso ligero.
- Kirishima.- Asentí saludando y me giré hacia el rubio, que me miraba confundido y desafiante.- Ya que mis notas en algunas de las materias bases, cómo matemáticas o inglés son las mejores de la clase.- Bakugo bufó aburrido y desvió la mirada.- pero en algunas otras voy un poco atrasada, he pensado en pediros ayuda. Vosotros me ayudáis a entrenar y en las materias que peor llevo. Y yo os ayudo a vosotros con las que llevo mejor que "este".- Dije refiriéndome a Katsuki.
-Ni de coña. ¿Y cómo que "este" niñata?¿De qué vas, nerd asquerosa?.- gruñó.
-Nerd asquerosa... ¿No es eso lo que le dices a Deku?.- pregunté alzando una ceja.
-Parece que te aprendes al dedillo todo lo que tiene que ver con ese estúpido. ¿¡Por qué todo lo relacionas con él!?.- contestó enfurecido. Kirishima había acercado su silla y nos miraba expectante. He de reconocer que nuestras discusiones eran entretenidas.
-¡Que no lo insultes, pedazo de imbécil! ¿Te molesta, acaso, que me interese todo lo que tiene que ver con el?.- dije haciendo énfasis en la palabra "todo". Bakugo enrojeció y yo al escucharme también. Kirishima me miraba más confundido que Bakugo cuando me vió acercarme y noté que Uraraka nos miraba desde su asiento por el rabillo del ojo.- Tiene un don impresionante. Como el tuyo. Y es buena persona. Cosa que tú no. Admiro a la gente con corazón de héroe. Por eso a tí, te odio.- Bakugo cogió su bandolera y se levantó.
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Perdida En Tí || BNHA
FanfictionTras el asesinato de su familia, Miku Fiore, una joven heredera, es enviada a Japón con la única persona en la que sus padres podían confiar: Aizawa Shota, el primo de su madre. Su vida ha dado un vuelco tremendo y es en ese entonces cuando, al ingr...