¿Celos o egoísmo? | 『 Spreenter 』✰

21

Spreen estaba harto. 

Era alguien muy posesivo por naturaleza. 

Le gustaba cuidar lo que su instinto oso considera suyo. 

Y estar lejos de la única persona que podía considerar en medida suya, no le ayudaba a sentirse mejor.

Todo se hubiera evitado si Conter no hubiera mencionado eso, si Farfa o ninguno en la base hicieras esos comentarios de mierda. 

Ninguno tenía la culpa, ellos eran así, lo sabía, pero no podía evitar sentirse tan... enojado. 

Simplemente, no soportaba el sentimiento de enojo y envidia que le daba cuando los papeles se invirtieron de una forma tan exagerada en un par de días.

Se sentía algo traicionado... Había estado sufriendo cómo nunca por culpa de ese estúpido conejo y lo mucho que lo quería mientras que él se la había pasado increíble con alguien más. 

Bueno... no era tan así, pero así lo percibía. 

Farfa le había contado sus días en los que él estaba en cama. Las veces que Conter y Cris salían y los chistes que rondaban respecto a ellos en su círculo de amigos mientras él no estaba. 

Aunque él mismo tampoco se libraba de las bromas, de acuerdo a las palabras de Farfa Amilcar no soltaba su supuesto matrimonio con Conter, haciendo referencias a que Conter estaba siendo infiel o que sí se habían separado. 

Bromas a las que Conter parecía no darle importancia. 

Y de alguna forma, eso le molestaba. 

Conter seguía viéndolo, en las noches a veces iba a asegurarse de que hubiera comido y aunque fuera algo nuevo, le gustaba la atención. Pero no era lo que él quería, quería a Conter para él solo. 

Porque había estado años esperando que así fuera, sin embargo, siempre eran interrumpidos cuando Spreen trataba de demostrar su enojo con la situación actual o pasada. 

Simplemente, parecía que el mundo conspiraba en su contra. 

Hoy era el día que eon le daba finalmente el alta de reposo a Spreen, el híbrido oso estaba mejor, bastante renovado y aunque sus actitudes seguían denotando cansancio y tal vez tristeza, podía decirse a simple vista que estaba mejor. 

Pero no lo estaba. 

Dios, estaba enojado. 

No con Conter. 

Pero sí con quién lo alejaba de él. 

Casado o no, ¡¿A quién mierda le importaba?! Se estaba metiendo en terreno que no le incumbe, se estaba metiendo con su conejo de mierda y peor aún ¡Al conejo de mierda parecía no molestarle! 

Simplemente, quería ir y besar a Conter enfrente de absolutamente toda la base para finalmente hacer notar que si bien no estaban casados aún, Spreen y su instinto lo consideraba así. 

Soltó un bufido a media sala cuando su vista se posó exclusivamente en dos chicos verdosos que parecían reír por algo que había dicho Farfa en un pequeño círculo con algunos más que no les prestó suficiente atención. 

Vio cómo su amigo subió la mano al hombro de Conter y río, muy cerca para su gusto. 

Nadie pareció prestarle atención al oso hasta que Goncho se acercó a él y lo tomó del brazo. 

— ¿Qué hacés? 

— Quiero ver a quién estás asesinando con la mirada. — Se paró de puntas para tratar de ver lo que el híbrido veía. — ¿Qué? ¿Nuestros amigos?