¿Celos o egoísmo? | 『 Spreenter 』✰

18

El silencio reinaba en la sala.

Spreen seguía tomando de su bebida mientras esperaba alguna palabra del contrario, mientras que Conter hacía lo mismo.

Spreen hace rato estaba un poco más calmado, probablemente porque ya no estaba en la fiesta rodeado de personas, aunque seguía ansioso por la persona sentada a su lado.

Conter tosio un poco, rompiendo el silencio llamando la atención de Spreen.

— Te queda bien el traje. — Tomó la corbata del contrario y la acomodó un poco, le daba toc verla chueca.

— A vos no. — No puso resistencia y conter juraría que sonreía con la acción.

Conter se alejó y le dió un golpe en el brazo.

— No vuelvo a ser amable, te ves horrible.

Spreen no pudo evitar reír levemente.

Aquella pequeña interacción les hizo relajar sus corazones apresurados inmensamente.

Después de todo ellos eran así, siempre, no podían cambiarlo y tampoco era necesario, simplemente con estar juntos de esa forma que se sentía tan íntima ocasionalmente era suficiente para ambos.

Al menos hasta ese momento.

— ¿Cómo estás? Ya sabes, por la ansiedad social...

— Es una mierda. — Spreen se llevó las manos a la cara y se tallo los ojos. — Pero no puedo irme.

— Ya decía yo, se me hizo raro verte... aunque no tanto porque estás aquí cómo el antisocial que eres.

— Vete a la mierda. —  Estaba bromeando y se aseguró de que se entendiera, aunque si no fuera porque Conter lo conocía pensaría que estaba buscando pelear en serio por su tono de voz que denotaba lo mal que se encontraba.

— Hijo de puta- Spreen tomó un trago de la bebida y Conter trató de retirarsela de las manos. — Vamos a la mansión de farfa ya, siempre que tomas eres un niño y no quiero-

— Conter. — Fue interrumpido y después de un rato de silencio escuchó un "¿Mm?" de parte del contratio. — Perdón, está vez posta.

— Ah, esta bie-

— No lo está, te lastime demasiado, no quería pero... es que no sé cómo actuar con vos. — Se detuvo momento para verlo y al analizar su expresión confusa volvió a esconderse. — Estoy borracho, deja.

— Está bien, tú no me hiciste nada, fui yo, yo decidí quedarme y...-— Se rasco la nuca incómodo, después de haber reflexionado durante días había llegado a la conclusión que prefería estar con Spreen y pelear que no tener nada de él.- Sigo eligiendo hacerlo.

—Masoquista de mierda. — Giró su cabeza aún recargada en sus piernas para mirarlo con una pequeña sonrisa en una mezcla de agradecimiento y burla.

— Ándate a la mierda, me voy.-— Aunque Conter no se movió ni un centímetro Spreen lo tomó del brazo para evitar que tratara de hacerlo.-— Y el masoquista soy yo.

— Hijo de puta. — Soltó el brazo de Conter por su comentario fingiendo indignarse, provocando una risa del conejo.

Su sonrisa.

Spreen levanto la cabeza para observar la escena, había extrañado verlo reír.

Después de que la risa del albino cesará se quedó todo en silencio por un momento, Spreen aún observaba el rostro de Conter y el conejo no pudo evitar sentirse ansioso ante la inspección.