HIATUS

Capítulo 51. - Inconformidad

Pensamientos

Mensajes de texto, correos o cualquier tipo de lectura.

Dos días después...

—Señoritas, se me indicó que entrará por la parte trasera, ¿es correcto? —comentó el chofer del automóvil negro.

—Si.

—De acuerdo, estaremos llegando en alrededor de 5 minutos.

—Gracias. —agradeció la tailandesa colocando su mano en la pierna de su novia. —¿Nerviosa? —pregunto al sentir que Jennie no dejaba de mover su pierna de un lado a otro.

—Nerviosa no, pero después de lo que haremos esto, todo cambiará para siempre.

—Lo hará Nini, todo cambiará, aunque espero que no solo para nosotras.

—Valdrá la pena. —puso su mano sobre la de Lisa. —Aunque tengo una duda. —recargó su mejilla en el hombro de Lisa.

—¿Qué sucede?

—¿Las placas de esté auto serán legales?

—Es lo que me he estado preguntando desde que nos subimos. —de alguna forma o de otra debían encontrar formas de distraerse por lo que pasaría pronto. El día de la rueda de prensa había llegado. Obviamente el plan original no las incluía en un vehículo enviado por Lee Hyori transportándolas directamente a las instalaciones de la empresa. El plan original incluía a sus managers recogiéndolas para llegar a las oficinas de YG más temprano que la prensa. Pero ninguna de las dos planeaba seguir el plan.

—Creo que si nos impiden ser idols podrías tener un futuro como maquillista. —observó su imagen usando la cámara delantera de su celular. —No se nota ninguna de mis heridas.

—Y si se notan, tu belleza los distraerá. —sonrió tomando la mano de la castaña.

Las instrucciones para el chofer fue dirigirse a la entrada especial que usualmente solo utilizaban los idols, para evitar conglomeraciones en la entrada principal e incluso toma de fotografías infraganti en caso de escándalos, como era su caso actual. Al divisar la entrada, agradecieron al chofer y bajaron del vehículo, se dirigieron a la entrada especial y escanearon sus tarjetas autorizadas para la entrada. El reloj marcaba las 8 de la mañana, pocos empleados se encontrarían ya en las instalaciones, y aún faltaba mucho tiempo para que la empresa llegará. Por lo que al ingresar se dirigieron a una de las mesas de la terraza al aire libre debajo de unos frondosos arboles que proporcionaban la sombra necesaria.

—Te ves hermosa Lisa. —le encantaba ver a su novia en blazers, se había convertido en una de sus debilidades, afortunadamente las heridas en el rostro de la castaña habían desaparecido un poco, así como la inflamación, la única herida era la de su abdomen, pero ambas sabían que tendrían que pasar varios días para que desapareciera por completo.