Capítulo 36. - Molestia

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Pensamientos

Mensajes de texto, correos o cualquier tipo de lectura.

—¡Lisaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! —gritó incorporándose mientras su pecho subía y bajaba buscando nivelar su respiración, agitó su cabeza para eliminar las imágenes en su mente. —Fue un...sueño. —se contestó asimisma colocando su mano en su pecho, sintiendo su corazón latir rápidamente. —Otro más. —aliviada se percató que solo había perdido la batalla contra el sueño. —¿Cuánto tiempo dormí? —se preguntó mientras busco su celular para confirmar la hora.

—Jennie, ¿estás bien? —escuchó la voz de alguien más del otro lado de la puerta. —¿Puedo pasar?

—Si Jisoo.

—¿Qué fueron esos gritos? —preguntó entrando en la habitación.

—Tuve un sueño, es todo. —acarició su frente.

—Es que claramente escuche el nombre de Lisa. No es la primera vez qué...

—Escuchaste mal. —contestó sin darle mucha importancia.

—Eres más difícil que la tabla del 7. —dijo apretando el puente de su nariz. —No entiendo por qué me esfuerzo en conseguir algo contigo, solo sé que no estás durmiendo bien. ¿Qué han sido los ruidos de las últimas noches?

—No sé de qué ruidos hablas.

—A lo mejor te conversite en sonámbula.

—He tenido...problemas de sueño, eso sí. Pero creo que mi cuerpo me paso factura y por eso me quedé dormida Jisoo, no hay nada de qué preocuparse, te he dicho que estoy bien. —se levantó de la cama.

—No sé porque tenemos atenciones contigo, ya ni porqué eres la única con baño privado en esta casa.

—No es mi culpa que no hayan corrido a la habitación correcta. —sonrió ante el comentario de la mayor, recordando las quejas de Jisoo la primera noche. —Por mí mejor, no quiero encontrarte devorándole las ideas a Rosie.

—Se nota que te urge que te hagan eso...

—¿Dijiste algo?

—No...

—Por cierto, tenía sueño, pero no lo suficiente para olvidar a mi bebé ¿Sabes dónde está Kuma? —preguntó caminando por toda la habitación tratando de encontrar al cachorro acostado en algún lado.

—¡Ya llegamoooooooooooos! —gritó una feliz cantante con un perrito en los brazos. 

—Hola Rosie

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—Hola Rosie. —sonrió en cuanto vio a su perrhijo en los brazos de su amiga. —¡Hola hermoso! ¿Así que estabas con tu tía?

—Estaba llorando como hace una hora, así que abrí la puerta para que saliera a jugar con Hank y Dalgom, y como te vi dormida, solo me lo robe. —sonrió viendo a a Kuma. —Creo que no hay problema, ¿o sí? Ellos siguen jugando en el pasillo.

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