Los días pasaron lentos y muy ocupados, debía encargarse del prescolar de su hijo, debían trasladar toda su vida en Estados Unidos a Corea en tan solo quince días. Los contratos en sus empresas aumentaron, con ellos las juntas.
Ambos estaban sentados en el sillón de su casa, el la tenía abrazada por los hombros y el pequeño Seong jugaba en las piernas de su madre. Ella disfrutaba su vida junto a el mayor, su pequeña familia era todo.
–Nuestro... nuestro contrato termina en dos meses– murmuro el mirando su celular.
–¿Tan rápido?– pregunto ella sorprendida mirándolo.
–Si, si tú deseas en dos meses estaremos divorciados– exclamó mirándola.
–Divorciados– murmuró entre dientes.
No sabía si hacía bien, no sabía si era lo correcto para su hijo de casi dos años pero de algo estaba segura. Jaehwa fue la mejor figura paterna que Seong pudo tener, pero ya es momento que su verdadero padre tome el lugar que le corresponde antes que el niño le diga papá a Jaehwa.
[...]
Los días de Seojun venían en picada, encontrarse con ella fue lo peor que le pudo pasar a sus sentimientos que anteriormente estaban enterrados volvieron con mayor intensidad que antes, haciendo la vida de Seojun un caos total. Su corazón dolió al ver la pequeña familia que tenían, ella se había casado con Kim Jaehwa tal como su padre le habia advertido.
–Alejate de ella Han, será la esposa de Kim Jaehwa–
–Su hija me quiere a mi–
–No me interesa en lo más mínimo–
Su mente dolía, estaba hace horas sentado en su escritorio intentando escribir una canción de amor, pero como podía hacerlo. El amor de su vida era feliz, pero sin el. Ella se había casado, tenido un hijo y formado un imperio en dos cortos años. El por otro lado había vuelto a ser trainer, estaba a solo meses de su debut oficial, como deseaba que ella estuviera con el, pero ahora tiene a un niño que debe cuidar, no puede irse con un hombre así por así y dejar al niño sin un padre presente.
–¿Ella aún me amara?– esa pregunta rodaba la mente de Seojun con cada letra que escribía –Tuvo un hijo con el– se respondió de inmediato dándose una leve cachetada así mismo.
–Seong... porque mierda le puso ese nombre a su hijo, ese era el nombre que nosotros queríamos para nuestro bebé, porque ese idiota tuvo que ser el padre del pequeño, porque no fui yo, si tan solo no hubiera dicho todas esas estupideces en el maldito vídeo que se revelo– el apoyo su brazo en el escritorio y sintió sus lágrimas bajar por sus mejillas.
Le dolía ver como todo esto paso por su culpa, el fue el único que tomo la decisión de usar a la castaña para olvidar a Jookyung sin pensar que se enamoraría. Le dolía verla feliz, con un buen hombre y su hijo, Jaehwa podría ser de todo pero estaba seguro que el no era malo con ella, su matrimonio seguro es perfecto. Las cuentas no concordaban en su mente, ellos se fueron hace dos años y el bebé está a meses de sus dos años.
Movió su cabeza sacando ideas absurdas que invadían su mente, se seco las lágrimas y volvió a jugar con su lapicero para intentar escribir algo con ritmo o sentido. Tenía algunas palabras claves pero ninguna lo llevaba a una canción de amor si no todas lo llevaba a un amor unilateral.
–Lo tengo– murmuró y empezó a escribir una canción.
Los minutos pasaron y Seojun quien estubo encerrado toda la tarde en su estudio termino de escribir, llamo a su manager para contarle que al fin tenía un nombre para su álbum y la última canción para completar el mismo.
