Infidelidad ⎯ Charlos/Landoscar

Capítulo 13.

La mañana en Reino Unido había sido tediosa, la prensa comenzaba a hacer escándalos por todos lados mientras los pilotos no comprendían lo que estaba sucediendo por lo que solo apuntaron a preguntar a sus amigos y managers que había de diferente que la gente no dejaba de moverse.

La carrera en este circuito ya había finalizado hace un par de días, sin embargo durante una de las entrevistas al parecer un piloto decidió sacar algo a la luz que era inesperado pero que nadie había decidido prestar mucha atención, por lo menos en un inicio.

― ¿Qué está pasando? ― la voz grave del español se hizo presente en el área de comida del hotel mientras tomaba asiento a un lado de su compañero.

― Nada que te agrade. ― respondió Charles mientras pasaba su celular hacia las manos del mayor, quien no dudo en tomarlo buscando una respuesta.

En la pantalla se mostraba una publicación en Twitter sobre una entrevista con los dos pilotos de McLaren.

― ¿Qué tal estuvo el fin de semana? ¿Festejaran? ― preguntó la reportera y ambos se miraron, como si hubiera algo oculto y eran cómplices.

― Si, lo haremos, tuvimos buenos resultados durante todo el fin de semana asique... ― respondió primero Lando con una amplia sonrisa.

― Yo festejaré más su triunfo, el mío no fue la gran cosa. ― contrarrestó su compañero ― Tal vez hasta le regale rosas de nuevo y me gane un beso... ― dejó salir una pequeña risa pero se notó como el británico se puso nervioso pero aún así se sumó a la risa sutil.

― ¿Un beso? ¿Se han besado? ― la entrevista claramente se desvió a un tema que sabían que si lo ponían de titular todos lo leerán.

― No, no. ― saltó en defensa el mayor negando con la cabeza. ― Casi nos besamos en realidad pero fue un accidente.

― Mientras le daba las rosas y quise abrazarlo ambos giramos la cabeza para el mismo lado y casi nos besamos, estuve cerca de mis sueños. ― bromeó al final para bajar la tensión.

Sin embargo esta entrevista no salió desapercibida sino que la hicieron viral al punto en que la cuenta oficial de McLaren en F1 había aclarado de inmediato que no existe ninguna relación más allá de la amistosa o de compañerismo, que el afecto que se tienen mutuamente es fuerte pero no existe una relación romántica.

Carlos dejó el celular de Charles sobre la mesa con fuerza, podía sentir su sangre hervir y cómo su corazón comenzaba a palpitar con más fuerza, se paró con claro enojo para dirigirse de inmediato a donde estaba Zak.

― ¿Dónde está Lando? ― preguntó sin si quiera saludar como de costumbre.

― Buenos días a ti también Sainz. ― respondió con desagrado el mayor.

― Me importa un carajo, te hice una pregunta.

― Por insolente ahora no te voy a decir, todos sabemos como te pones cuando te enojas. ― recriminó el jefe mientras se paraba.

― ¿Está con Oscar? Porque tampoco lo veo al mocoso aquí. ― lo tomó del cuello de la camisa mientras sus ojos tan profundos mostraban la ganas de romperle la cara que tenía.

― Dije que no te voy a decir, buscate otro problema Sainz.

El español no pudo más que soltar a Zak e imaginar que posiblemente su novio estaba en casa de sus padres, que no quedan a muchos kilómetros del hotel donde están.