Sigue la historia de un tatuador, Kant, a quien la policía le encarga investigar los misteriosos asesinatos de empresarios y políticos. Kant sigue a los dos hermanos asesinos, Fadel y Bison, que también dirigen un restaurante. Las cosas dan un giro...
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Fadel retiró el cartel de "Cerrado" que llevaba varios días colgado en la puerta de la hamburguesería.
Abrió la puerta de par en par para que entrara aire fresco y comenzó a mover los suministros amontonados afuera, de regreso a la tienda. Solo había pedido que los proveedores dejaran de entregar los viernes, pero como terminó cerrando la tienda por varios días más, los suministros se habían acumulado frente a la tienda de esta manera. No había nada que pudiera hacer excepto organizarlos adecuadamente.
Mientras empujaba las cajas con el pie, preguntándose cuál era la mejor manera de manejarlas, el gato negro que Bison había estado alimentando maulló fuerte. Fadel miró al gatito y, al mirar a su alrededor, se dio cuenta de que estaba solo.
El pequeño gato negro parecía un poco receloso de él y mostraba su desconfianza mientras se acercaba con cautela para olfatearlo e inspeccionarlo.
Fadel bajó la mirada. Su mirada severa lo hacía parecer intimidante mientras miraba hacia abajo, pero no hizo nada más que quedarse quieto y permitir que el gato se moviera entre sus piernas. Finalmente, su alergia a los gatos se encendió. El hombre alto se arrodilló y extendió sus largos dedos para rascar el cuello del tierno gatito negro. Al darse cuenta de que no iba a lastimario y, en cambio, lo tocaba con suavidad, el gato se volvió aún más atrevido y se frotó contra él con cariño.
Fadel dejó escapar por accidente una pequeña sonrisa, lo que permitió que el gato se acurrucara contra él durante un rato. Su expresión y comportamiento amables no pasaron desapercibidos; Style lo había estado observando durante bastante tiempo, aunque no había hecho ningún intento de interrumpirlo a siquiera acercarse.
- ¿Qué te trae por aquí tan temprano?
La pregunta de Fadel tomó a Style por sorpresa, ya que no esperaba que Fadel hablara primero. Rascándose la frente, Style se preguntó cómo Fadel sabía siquiera que él estaba alli. Al descubrirse su presencia, Style se acercó a donde estaban Fadel y el gato.
Sostenía en sus manos un cuenco de comida para gatos y, al acercarse, se agachó junto a ellos.
- Traje comida para el gato.
- Alimentas al gato?
-Si. Has estado fuera de la tienda durante un tiempo, así que a Kant y a mi nos preocupa que el gato se muera de hambre. Normalmente venimos juntos, pero Kant está ocupado hoy. - Parecía que Style estaba diciendo la verdad porque, en cuanto se agachó, el gato negro dejó la mano de Fadel para frotarse contra Style.
Fadel levantó la mirada, con una mirada vacía y sin emociones.
- ¿Todos los días?
- Si, todos los dias. Por cierto, ¿cómo te fue con el negocio? ¿Todo arreglado?
-No exactamente. Alguien entrometido decidió involucrarse y arruinó mis planes. - Style tragó saliva con fuerza, incómodo por el tono de Fadel. Aun así, intentó actuar con normalidad, haciendo todo lo posible por parecer alegre y mantener sus sentimientos ocultos.
