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Después de un fin de semana agitado, Fadel y Bison finalmente cerraron su tienda y se tomaron un descanso

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Después de un fin de semana agitado, Fadel y Bison finalmente cerraron su tienda y se tomaron un descanso. Bison se despertó tarde y al levantarse de la cama, descubrió que Fadel ya no estaba en casa. Fadel no era el tipo de hermano mayor que dejaría una nota explicando su paradero.

Además, el propio Bison no era del tipo de persona a la que le importaba o le preocupaba adónde iba su hermano. Nadie tenía por qué preocuparse de que Fadel resultara herido.

La verdadera preocupación era si Fadel podia herir accidentalmente a alguien más. En resumen, Bison no tenía idea de adónde había ido Fadel, ni tampoco le importaba. Comió un desayuno sencillo, como un sandwich, solo uvez terminado, salió de la casa.

Su destino era el estudio de tatuajes de Kant. Aunque había pasado por allí muchas veces, esta era la primera vez que se había decidido a explorarlo intencionalmente.

Ayer se había cruzado con Kant en una hamburguesería. Por desgracia, no pudieron hablar mucho. El misterio de como había acabado borracho a pesar de ser un gran bebedor todavía lo desconcertaba. Además, todavía no había pruebas concretas que confirmaran el rumor de que Kant podía ser un informante de la policia.

Su personalidad era totalmente opuesta a la de Fadel, y este marcado contraste influyó en la forma en que ambos vivían sus vidas. Por ejemplo, Fadel siempre fue cauteloso y siempre más seguro mantenerse alejado del peligro si el riesgo parece demasiado alto. Es mejor prevenir que reparar.

Pero para él, si no sabía la verdad, no descansaría en paz. Si quería saber, tenía que averiguarlo, aunque eso significara arriesgar su vida.

Por eso tuvo que enfrentarse personalmente a Kant para confirmar sus sospechas. Cuando llegó, eran poco más de las nueve de la mañana.

La puerta principal del salón de tatuajes no estaba cerrada. Bison entró en el local vacío de la planta baja. La música sonaba para ambientar el lugar y el olor a café recién hecho indicaba que el dueño estaba despierto.

Sus ojos escrutaron los alrededores con atención mientras sus oidos captaban el sonido del movimiento de un ser vivo. Bison cruzó los brazos sobre el pecho al oir pasos que descendian por las escaleras. Al principio, Kant no se percató de Bison. Bajó a la planta baja y estaba a punto de dirigirse directamente a la cocina, que se encontraba en la parte trasera, cuando alguien tosió y lo detuvo. Inmediatamente se volvió hacia el lugar del que provenía el sonido.

-Ejem

-Tú...

Kant no se sobresaltó. En cambio, la confusión se apoderó de su hermoso rostro. Miró a Bison, que ya le sonreía con sorna, y Bison inició la conversación con una frase que explicaba porque había llegado hasta alli.

- Estoy aqui para hacerme un tatuaje. ¿Tienes un espacio para mi?.

- ¿Sabes? Me preguntaba cómo me encontré contigo hoy, ya que la hamburguesería está cerrada. ¿Me extrañaste o algo así? ¿Es por eso que viniste hasta aqui?

The Heart Killers | Traducido al españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora