Sigue la historia de un tatuador, Kant, a quien la policía le encarga investigar los misteriosos asesinatos de empresarios y políticos. Kant sigue a los dos hermanos asesinos, Fadel y Bison, que también dirigen un restaurante. Las cosas dan un giro...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El viernes por la noche, Bison ya se había ido cuando la tienda no estaba particularmente concurrida. Fadel no estaba completamente seguro de lo que estaba pasando. De repente, la tienda se llenó de clientes, todas las mesas ocupadas, dejándolo momentáneamente perdido. Trató de llamar a Bison para que volviera, pero parecía que Bison estaba ignorando deliberadamente sus llamadas. Fadel decidió trabajar solo como un superhéroe, lidiando con la situación haciendo que los clientes escribieran sus pedidos y los trajeran ellos mismos.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de entregar los papeles de notas a los clientes, la mano de alguien se los arrebató. Levantó la vista y vio a Style sonriendo ampliamente.
-¿Bison no está aquí?
-Salió con un amigo. ¿Por qué estás aqui?
-Solo para ver los resultados. Mi amigo que vino ayer tiene una página de recomendaciones de viajes y restaurantes. Ni siquiera lo contraté, solo lo invité a probar la comida. Le encantó tanto lo que hiciste que se ofreció a darte una reseña sin patrocinadores. Acaba de terminar de editar el clip y lo publicó en su página esta tarde. Mira el impacto: una vez que la gente terminaba de trabajar, venían en masa. A partir de ahora, podrías contratar a diez empleados, Fadel. Tu lugar ahora es famoso.
Fadel se quedó sin palabras y tuvo la sensación de que, de todos modos, a Style no le interesaba escuchar lo que tenía que decir porque, tan pronto como terminó de hablar, agarró el menú, pidió las hojas y comenzó a atender a los clientes.
-Por favor, sientanse libres de elegir sus asientos. primero. Les llevaré los menús a sus mesas. La comida puede tardar un poco más de lo habitual hoy, pero les garantizo que estará deliciosa... Aquí está el menú, échenle un vistazo! Cuando estén listos para ordenar, solo levanten la mano y me acercaré enseguida.- Style manejó expertamente el papel del camarero.
Fadel exhaló por los labios, se frotó las manos y contempló la vista del bullicioso restaurante, imaginándose de pie frente a la estufa.
Siempre había soñado con ese momento: ver su restaurante lleno de clientes, ser conocido. Quería ser un chef, no un asesino.
-Jefe, apurense!- Style se acercó con el primer pedido. Fadel respiró profundamente nuevamente, olvidándose momentáneamente de Bison y Kant, e incluso olvidándose de quién era realmente.
El restaurante era caótico, pero era un tipo de caos que hacía que su adrenalina aumentara. Fadel admitió que nunca había estado tan exhausto antes, y no se sentó hasta que el cartel de "abierto" en la puerta principal cambió a "cerrado".
A altas horas de la noche, solo él y Style quedaron en el restaurante. No quedaban ni siquiera ingredientes para prepararse un refrigerio, Pero eso no fue un problema: Style pidió que le llevaran la cena y algunos bocadillos al restaurante, y Fadel se ofreció a pagar la cuenta de la comida.
