Sigue la historia de un tatuador, Kant, a quien la policía le encarga investigar los misteriosos asesinatos de empresarios y políticos. Kant sigue a los dos hermanos asesinos, Fadel y Bison, que también dirigen un restaurante. Las cosas dan un giro...
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Kant: Estoy en el hotel XXX con mi gato testarudo.
-¿Me estás informando o solo estás alardeando de que esta noche vas a tener sexo con ese chico tan lindo?- Style miró el teléfono que tenía en la mano derecha y puso mala cara a la pantalla, aunque sabía que Kant, su mejor amigo, no podía ver su expresión.
Tomó su teléfono mientras esperaba en un semáforo en rojo. Después de que su amigo desapareciera con el que él apodó el "gato testarudo", Style siguió bebiendo un poco más. Entonces, en ese momento, estaba infringiendo dos leyes de tránsito. Una: beber y conducir.
Dos: usar su teléfono mientras conduce.
Pero, ¿quién era él? Era Style, hijo del dueño del taller STYLE AUTO. Confiaba en sus habilidades al volante, seguro de que no tendría un accidente. Pero... "Monjes, todas las cosas son impermanentes. Están sujetas a la decadencia por naturaleza. Esfuércense por estar alertas". El descuido a menudo conduce al desastre. Ya sea un espíritu travieso o una deidad molesta que se opone a su arrogancia y exceso de confianza, de repente su auto se deslizó hacia adelante y chocó por detrás al auto detenido en el semáforo en rojo frente a él.
Choque...
No choqué fuerte, pero un choque sigue siendo un choque. Con solo una mirada rápida, veo que la matrícula se cayó y la pintura está rayada. Además de eso, su seguro ha expirado. Afortunadamente, el auto de adelante no era un auto europeo de lujo que valiera millones. Bien, primero lo primero, negociemos pacíficamente con el propietario.
"Uf..."
Prácticamente aullé como un perro.
¿La razón de mi arrebato? El dueño del auto de adelante abrió la puerta y salió. Al principio se paró al costado de su auto, con las manos en las caderas, levantó la barbilla y respiró profundamente como si intentara calmarse. Luego cerró la puerta de golpe, su rostro mostraba claramente lo enojado que estaba. Sus rasgos marcados e intensos solo lo hacían parecer aún más intimidante. Ahora camina directamente hacia mí a un ritmo lento y constante. Estoy sentado rígidamente en el auto, todavía agarrando mi teléfono inteligente, la pantalla todavía encendida como prueba de que estaba preocupado por él. No me había dado cuenta de lo rudo y alerta que era el dueño del auto. Pero cuando se detuvo justo al lado del conductor, debe haber notado el teléfono en mi mano, lo que probablemente explica el choque trasero.
Después de esperar un momento, mientras yo estaba sentado allí en silencio, finalmente golpeó mi ventana, haciendo un gesto con un dedo para que saliera para conversar. En el momento en que salí, Fadel, con sus instintos asesinos y sentidos agudos, percibió un toque de perfume mezclado con alcohol.
- Lo siento. Mi auto... te chocó un poco - dijo Style con una sonrisa nerviosa al hombre de aspecto severo. El temible dueño del auto no dijo nada, dio un paso atrás para inspeccionarlo de pies a cabeza
