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Él cortó nuestro hilo...

Se sentía avergonzado y dolido por aquel golpe de realidad. Una descabellada y dolorosa.

Bajó la mirada preguntándose que tanto había hecho para que Gojo tuviera que recurrir a alguien para cortar su destino. Uno de sus destinos.

¿Tan molesto fue para él?

—Soy... —inició, pero su voz se quebró—. ¿Fue el único hilo que cortaste?

Gojo tardo en responder, pero lo hizo moviendo la cabeza.

Dios santo...

De sus diez destinados fue el único que logró cansarlo al punto de querer cortar su futuro.

Quiso pedirle perdón, decir lo necesario para poder reconfortarlo por ser una molestia para él, pero no encontraba las palabras. Parpadeó no queriendo dejar caer las lagrimas que se estaban acercando.

—Yuuji...

—No —cortó colocándose de pie—. Yo no creo que pueda con esto. Lo siento, de verdad.

—No, Yuuji. No estás entendiendo.

—¡Lo entiendo! —golpeó su mano al querer retenerlo—. Necesito estar a solas un tiempo.

—Espera, no puedes andar por ahí solo, Yuuji.

—¿Por qué? —preguntó ahora más furioso que triste—. Ya no soy tu responsabilidad. Tú te encargaste de eso, ¿no?

Fue un golpe duro pudo notarlo, los ojos azules de Satoru se vieron más claros, más dolidos al parecer.

Salió de la habitación ignorando las palabras de Nobara para continuar su camino hacia el bosque detrás de su hogar. El aire fresco lo golpeó de una manera reconfortante, casi como si al fin pudiera volver a respirar. El aire contenido fue saliendo de su sistema junto con las lágrimas que trato de contener.

¿Qué tan desesperado se debió ver para que decidiera cortar la única cosa que los unía?

Era patético y lamentable, todo en él lo era. A pesar de las palabras de apoyo de Megumi, Nobara y Choso todo ahora se estaba desmoronando y hubiera deseado no haberse enterado de nada. Vivir en la ignorancia era la mejor medicina, o eso creía.

Un ruido detrás lo hizo detenerse y mirar a Sukuna que lo siguió apenas había salido.

Satoru le advirtió sobre él, pero algo no cuadraba en todo aquello. Sukuna lo hacía sentir de la misma forma que Satoru.

—No pensé que tendría las agallas de decirte la verdad.

Dejó de mirarlo para pensar con más calma.

—¿También sabes sobre esto?

—Tengo la misma habilidad, Yuuji. Puedo ver los hilos de las personas.

—Entonces sabes que yo no tengo a nadie.

—Me tienes a mi —dijo sorprendiéndolo—. Los Gojo siempre fueron bendecidos con más de una pareja, Yuuji. Ellos eligen a su favorito mientras los demás esperan desesperado por ser elegido. ¿No crees que es un mal chiste?

Asintió. Lo era.

—Ellos no merecen ser perdonados —continuó con veneno—. Él cortó tu destino solo para quedarse con su pareja. Gojo Satoru es egoísta y vanidoso, no...

—Por favor, detente —interrumpió—. ¿Por qué molestarse para tenerme? No soy la gran cosa, Sukuna.

—Lo eres, porque fuiste mi destinado.

HILO ROJO - JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora