El paradero de Sukuna seguía sin conocerse. Incluso Choso trató en varias oportunidades contactarlo, pero él se negó a contestar el teléfono.
—Siempre ha sido así de orgulloso —mencionó el chico, indiferente—. Dale tiempo y pronto aparecerá para pedir disculpas.
—¿Es común su comportamiento?
—Lo viste. Es un hombre orgulloso y arrogante.
No podía estar más de acuerdo.
—¿Está bien que ande por ahí solo? —pregunta Yuuji descolocándolo por un momento ante su preocupación. ¿En qué estaba pensado? —. Quiero decir que él sigue siendo extranjero, puede perderse.
Yuuji escondió el evidente desconcierto cuando su amigo estalló en carcajadas.
—¿Ryomen perdido? —mencionó Choso aguantándose el dolor de guata por la estridente risa—. Puede ser un idiota, pero no esa clase de idiota. Sabe como manejarse, Yuuji. No te preocupes por él.
Yuuji lucía avergonzado ante el comportamiento de Choso, y cuando sus ojos chocaron, aquella vergüenza paso a ser incomoda por el evidente enfado ante su innecesaria preocupación.
—Hazle caso a tu amigo, Yuuji —dijo mirando hacia otro lado—. Estoy seguro de que él aparecerá en cualquier momento.
Muy seguramente en la noche cortándole el cuello y lanzándolo por segunda vez por el mirador.
Caminó entre ellos para volver a la habitación donde se estaba quedando, usando la ropa que Yuuji le prestó, más grande de lo que esperaba. Se preguntaba constantemente a quien pertenecía, ya que la talla no concordaba con la estatura de Yuuji.
Cerró la puerta para tomar un descanso, pensando mejor las cosas y no caer en los celos que Sukuna estaba tratando de crear entre ellos. Y que estaba logrando aparentemente.
Se dejó caer sobre la cama cubriéndose los ojos con el ante brazo antes de escuchar como alguien abría la puerta. No se molestó en ver de quien se trataba, el sonido de sus fuertes pisadas se lo dijo.
—¿Estás molesto?
—No.
Sintió como Yuuji tomaba asiento en la silla del escritorio, quedando en silencio.
—No soy estúpido —dijo al fin luego de un minuto.
—Lo sé.
—Aunque sigues molesto.
—No lo estoy.
—Quería saber si Choso sabía algo de Sukuna que no nos haya dicho antes. No me gusta la idea de que aparezca de sorpresa.
—Él quiere reconquistarte —mencionó irritado—. No te atacara de sorpresa.
A diferencia de mi.
—Pero a ti si.
—Yo me haré cargo.
—¿Por qué actúas de esta manera? —su tono de voz se elevó.
—¿De qué manera?
Se comportaba como un niño frente a él, pero a pesar de saberlo no se detuvo porque sí estaba molesto.
—Indiferente —dijo—. Te recuerdo que todo esto comenzó por tu culpa.
—¿Y crees que no lo se? —se puso de pie—. ¿Crees que no me lo recuerdo cada maldito segundo? Claro que no lo crees porque ante ti solo soy un puto narcisista que cree en si mismo y en nadie más.
—Es bueno que lo tengas claro.
—Es difícil no mantenerlo claro cuando me lo recuerdas cada vez que tienes oportunidad.
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HILO ROJO - JJK
FanfictionA lo largo de los años se ha estado contando una leyenda sobre un delgado y fino hilo de un brillante color rojo que une a dos almas destinadas a estar juntas y ser felices por siempre, a pesar de las diversidades y sus diferencias. Para muchos un m...