Solo recordaba haber sido descubierto por Yuuji después de haber acabo con Sukuna Ryomen. Una maldición ándate que luego de haber vagado por cientos de años en el mundo, logró gracias a la ayuda del padre de Mei quien le proporciono la daga capaz de acabar con ese tipo de humanos corrompidos.
—No puedes hacer volver el anillo —le había dicho el hombre, entregándole el arma con pesar—. Pero puedes arreglar una parte de lo que has creado.
Se sentía aliviado de haber acabado con el hombre que quiso atormentar a Yuuji luego de saber su ubicación por ser un jodido idiota en cuanto a tomar decisiones. Sin embargo, todo se fue al carajo al ver el miedo e incertidumbre en sus bellos ojos, sintió que él iba a decir algo, pero la interrupción de su abuelo junto a Fushiguro fue lo que faltó para que todo acabara como era el mundo real.
Habían pasado tres semanas en donde la policía comenzó la investigación tras la desaparición del cuerpo de Sukuna. Tras sostener el arma y tener en frente las prendas de él, fue el principal sospecho, por el cual tuvo que ser aprendido.
Sus huellas estaban en el arma, las declaraciones del abuelo, Fushiguro y Yuuji se mantuvieron como realmente eran, y no le importaba que dijeran la verdad. Porque lo era. Era el asesino de Sukuna Ryomen y debía responder por ello, pero a pesar de todo debía salir libre para cuidar de Yuuji y de sus próximas parejas que muy probablemente sean como Sukuna o como él.
Era su día veinticuatro tras las rejas en espera de la investigación y lo desconcertó saber que una de las visitas de la semana no era de parte de los abogados ni siquiera de sus padres, que en ninguna oportunidad se tomaron el tiempo de averiguar el estado de su único hijo, sino que se trataba de Yuuji.
Aliviado de saber que estaba ahí esperándolo, no era lo que realmente sentía. Más bien temía que fuera otra la razón del porqué su presencia en la cárcel.
Cuando lo vio sentado entre tanto civil y reclusos lo incomodó queriendo que todo acabara lo más rápido posible para que no volviera a frecuentar ese tipo de lugares.
Tomó asiento frente a él en un silencio abrumador a pesar de las conversaciones de los demás.
—¿Cómo estás?
Agradecía que él fuera el primero en hablar.
—Como podrás ver mi familia hizo lo imposible para mantenerme alejado de todos —dijo con fingida diversión—. Ya sabes, a ellos no le gustan los escándalos. E hicieron lo posible por esconder mi crimen de los medios.
—Lo hicieron muy bien —habló con las manos sobre su regazo, imposibilitándolo poder tocarlo—. No hay nada sobre ti en las noticias o en la universidad.
—¿Qué puedo decir? Ellos son de temer —soltó esta vez sin gracia.
Yuuji lo observó con un gesto decaído uno segundos y supo que lo estaba por venir.
—Gojo...
—Lo sé —lo interrumpió.
Él apretó sus finos labios hablando de todos modos.
—Déjame terminar.
—No quiero escucharlo.
—No es justo —comenzó finalmente muy a su pesar—. Se muy bien que sabes que todo esto es tu responsabilidad, pero no es justo para ninguno de los dos. Y lo mejor es que nos dejemos de ver para siempre.
—Yuuji, por favor no me hagas esto...
—Los dos sufriremos demasiado si seguimos juntos.
—No me importa.
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HILO ROJO - JJK
FanfictionA lo largo de los años se ha estado contando una leyenda sobre un delgado y fino hilo de un brillante color rojo que une a dos almas destinadas a estar juntas y ser felices por siempre, a pesar de las diversidades y sus diferencias. Para muchos un m...