El último suspiro

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La rutina había vuelto a la vida de María, pero su corazón aún palpitaba con la emoción de su reciente viaje. En el trabajo, cada vez que escuchaba el sonido del agua o veía una imagen de Venecia, su mente volaba de regreso a los canales y las risas compartidas con sus amigos.

Un día, mientras organizaba unos documentos en su oficina, recibió un mensaje de Sofía. Era una foto del grupo en la góndola, todos sonriendo y disfrutando del paseo. El texto decía: *“¿Cuándo será nuestra próxima aventura?”*

María sonrió. La idea de planear un nuevo viaje le emocionaba. Decidió que era hora de reunir a todos nuevamente y comenzar a soñar con el próximo destino.

Esa misma tarde, organizó una videollamada con Luis, Diego y Sofía. Cuando todos se conectaron, la pantalla se llenó de caras sonrientes y saludos entusiastas.

—¡Hola a todos! —exclamó María—. Estaba pensando en nuestra próxima aventura.

—¡Qué emocionante! —respondió Sofía—. ¿A dónde vamos esta vez?

—He estado investigando un poco y hay tantas opciones: París, Barcelona o incluso una escapada a Grecia —dijo María mientras compartía su pantalla con imágenes de los lugares.

Luis se inclinó hacia adelante, mostrando su entusiasmo. —Yo siempre he querido ver la Torre Eiffel. ¡Imaginen las fotos que podríamos tomar!

Diego asintió. —Y no olvidemos la comida… ¡croissants en París son un must!

El grupo comenzó a discutir sobre los pros y los contras de cada destino. Mientras hablaban, recordaron las cosas que habían disfrutado en Venecia: la comida, la cultura y sobre todo, la compañía.

Finalmente, después de muchas risas y debates amistosos, decidieron que su próximo destino sería Barcelona. La decisión fue unánime; querían disfrutar del sol español, las tapas deliciosas y la arquitectura única de Gaudí.

—Perfecto —dijo María—. Empezaré a buscar vuelos y alojamiento. ¿Todos están listos para una nueva aventura?

Las caras sonrientes asintieron enérgicamente. A medida que se despedían, María sintió una oleada de felicidad al pensar en lo que les esperaba.

Durante las siguientes semanas, el grupo mantuvo el entusiasmo vivo mientras planificaban cada detalle del viaje: desde los lugares que visitarían hasta los platos que querían probar. Crearon un grupo en línea donde compartían ideas y recomendaciones.

El día del viaje llegó rápidamente. María llegó al aeropuerto emocionada y nerviosa al mismo tiempo. Al ver a sus amigos llegar uno por uno, sintió que esa conexión especial estaba lista para renovarse.

—¡Barcelona aquí vamos! —gritó Diego mientras se abrazaban todos con alegría.

El vuelo fue corto pero lleno de risas y anticipación. Cuando aterrizaron en Barcelona, el aire cálido les dio la bienvenida como un viejo amigo. El bullicio del aeropuerto era contagioso y pronto estaban fuera buscando su transporte hacia el hotel.

La primera parada fue La Sagrada Familia. Al ver la majestuosa iglesia diseñada por Gaudí, todos quedaron boquiabiertos por su grandeza e intrincados detalles.

—Es aún más impresionante en persona —dijo Sofía mientras tomaba fotos desde todos los ángulos posibles.

Pasaron el día explorando la ciudad: pasearon por Las Ramblas, disfrutaron de tapas en un bar local y se perdieron entre las coloridas calles del Barrio Gótico.

Cada lugar que visitaban estaba lleno de vida y cultura; se sentían como si estuvieran viviendo una película juntos. La noche llegó rápidamente y decidieron cerrar el día con una cena en un restaurante con vistas al mar Mediterráneo.

Mientras compartían platos variados y reían sobre anécdotas pasadas, María sintió una profunda gratitud por esos momentos compartidos con sus amigos.

—Este es solo el comienzo —dijo Luis levantando su copa para brindar—. Por más aventuras juntos.

Todos levantaron sus copas al unísono y brindaron por la amistad y las experiencias que aún les quedaban por vivir.

Esa noche, mientras regresaban al hotel bajo un cielo estrellado, María miró a sus amigos riendo juntos y supo que estos momentos eran los que realmente importaban: no solo los destinos visitados sino las conexiones construidas a lo largo del camino.

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