Lentos Brinquitos [Rirae]

Extra 1

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Ricky estaba sentado en el retrete mientras sus mejillas estaban húmedas, tenía miedo.

Estaba solo en él departamento que compartía con Taerae, el que les había regalado su tío el dia de su boda, la cual paso hace dos años (habían decidido esperar a que ambos tuvieran veintiuno, ya que eran muy chicos), ahora ambos tenían veintitres años, vivían juntos y todo había ido de maravilla.

Taerae trabajaba por las mañanas y llegaba por las tardes, Ricky dejó de trabajar ya que hace unas semanas su jefe decidió cerrar el restaurante en el que trabajaba.

— Dios.. m-me siento tan mal — Ricky sollozó cubriendo su rostro, en verdad se sentía mal y las ganas de vomitar no se iban, trató de regular su respiración pero en verdad se sentía fatal.

Tomó su celular que estaba en su suéter y marcó el número de Taerae.

— ¿Amor? — se escuchó desde la otra línea.

— ¿P-puedes venir? Me siento mal, Rae — Ricky soltó de nuevo otro sollozó alterando a Taerae.

— Ya voy para allá, te amó.

— Yo t-también.

Tomó un poco de agua y enjuagó sus mejillas por dentro para escupir el agua en el retrete, apoyando su frente en su antebrazo.

— ¿Es lo que creó que es?

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Taerae llego rápido, a lo mucho tardo quince minutos, estacionó su coche y subió al departamento, sacando las llaves para abrir la puerta, lanzando su portafolio en el sillón, subiendo a la habitación que compartía con Ricky.

— ¿Bebé?

Escuchó un sollozó desde el baño, ahí estaba Ricky, corrió rápidamente y lo encontró.

Sus mejillas rojas y húmedas, sus ojitos llorosos, y su boquita entre abierta mientras lloraba.

— Oh, bebé.

Se agachó hasta envolverlo entre sus brazos, Ricky se escondió en el cuello de Taerae sollozando ahí, sintiéndose relajado entre los brazos de su esposó.

— ¿Qué pasó? ¿Quieres que te lleve al doctor? — Ricky no dijo nada y solo lo abrazó más — Ven, vamos a que tomes un baño.

Taerae lo levanto y preparó la tina con agua tibia y un poco de jabón, se acercó a Ricky comenzando a quitar su sudadera.

— ¿Mi bebé se siente mal? — Taerae dijo besando las mejillas de Ricky sacándole una leve sonrisa.

Desvistió a Ricky, y aunque llevarán mucho tiempo juntos nunca se cansaría de ver el hermoso cuerpo de su esposó.

Lo metió a la tina, comenzando a bañarlo mientras intentaba hablarle.

— ¿Ahora me dirás que pasó? — Ricky asintió tallando sus ojitos y haciendo un puchero, iba a llorar de nuevo — Oh amor, ven.

Taerae lo volvió a abrazar, poco le importó mojarse.

— Cuando te fuiste por la mañana fui al baño y vomité un poco, almorcé algo ligero, y volví a vomitarlo — Taerae asintió acariciando su cabellera húmeda, dando leves masajes.

— ¿Creés que...? — Ricky asintió sonriendo un poco.

— Hace dos meses fue nuestro aniversario y pues... ya sabes... — las mejillas de Ricky se sonrojaron y rió un poco.

— ¿Hicimos el amor? — Ricky le pegó en el pecho mientras asentía.

— Y sin protección — recalcó Ricky jugando con el agua.

— Esa fue nuestra mejor noche sin duda — Taerae dijo haciendo que las mejillas de Ricky se pusieran muy coloradas.

Taerae podía recordar demasiado bien ese día, cada detalle, la habían pasado increíble, con tan solo decirles que se había venido cinco veces.

— Estoy feliz por el posible bebé que está creciendo aquí — Taerae acarició el vientre de Ricky quien sonrió besando su mejilla — ¿Tu lo estas? — Ricky asintió.

— Sí, porque es un bebé que está hecho de mucho amor, te amo, Rae — Ricky se acercó a Taerae besando lentamente sus labios, sintiéndose aliviado por la respuesta de Kim.

— ¿Te parece si más tarde vamos a una consulta con un obstetra? — Ricky asintió, Taerae lo ayudo a levantarse de la tina, sacándolo y dándole besitos.

— ¿Pediste permiso en el trabajo? — Taerae asintió terminando de secar el cabello de Ricky.

— Les dije que tenía una urgencia, vine enseguida después de que me llamaste, me dejaste demasiado angustiado, pensé que se habían metido a robar o algo por el estilo — Taerae termino de cambiarlo y rápidamente lo abrazó — me estaba muriendo por la idea de poder perderte.

Ricky hizo un puchero correspondiendo el abrazo, sintiendo el besó de Taerae en su hombro.

— Lo siento, en verdad me sentía muy mal, pero ya no, supongo aparte te extrañaba, desde que nos mudamos y comenzaste a trabajar te extraño demasiado.

Taerae rio apartándose de él para besar su mejilla izquierda mientras acariciaba la derecha.

— ¿Creés que yo no lo hago? Hay días en que no soportó a nadie y solo quiero venir y recostarme contigo, abrazarte y besarte hasta quedar dormidos — Ricky sonrió recostando su cabeza en el pecho de Taerae quien se encargaba de acariciar su espalda — Te amo demasiado, bueno ... a ambos.

Taerae llevó su mano al vientre de Ricky acariciándolo levemente y con mucha suavidad y cariño.

— Amor, no te enojes pero dejame decirte algo — Ricky asintió prestándole atención — desde hace semanas te he notado más rellenito — Taerae dijo rápidamente cerrando sus ojos esperando el enojo de Ricky pero solo escucho una risa.

— Kim Taerae, los cambios del embarazo se empiezan a notar desde el cuarto mes — Taerae sonrió besándolo viendo los ojos entrecerrados de Ricky.

— Lo siento amor, tus mejillas se ven más rellenas y me encantan.

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— Si Ricky, estás en cinta, tienes un mes y medio — el doctor sonrió ante la bonita reacción de la pareja.

— Muchas gracias doctor — Taerae dijo limpiando el vientre de Ricky quien había derramado lágrimas al escuchar el si del doctor.

Ambos salieron del consultorio, Taerae abrazo a Ricky quien sollozó en su pecho, lloraba de felicidad.

— Te amó Ricky, y a nuestro futuro pequeño también — Ricky sonrió mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

— Te amó demasiado Taerae, demasiado — esté sonrió uniendo sus labios con los de Ricky quien llevo sus manos al cuello del más alto, enrollandolos allí.

— ¿Quieres ir a comer algo rico? — Ricky asintió separándose para entrelazar sus dedos con los de su esposo.

— ¿Podemos comer helado de Chocomenta? — Taerae frunció el ceño — ¿Por qué me tuerces los ojos?

“Señor Taerae, recuerde que Ricky comenzará con los cambios de humor”

Taerae recordó las palabras del obstetra.

— Por nada amor, por nada.

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