Extra 2

45 12 2
                                    


.⋅ ۵♡۵ ⋅.

Taerae caminaba en vueltas en la sala de espera, totalmente desesperado y frustrado.

Ricky había tenido varias contracciones durante la madrugada, por lo cual estaban en el hospital.

Sus nenes iban a nacer.

Hace ya cuatro meses se habían enterado que esperaban dos lindos varones, que crecieron en un ambiente poco estresante y demasiado cálido.

Había atendido a Ricky como un rey, cumpliendo sus antojos, masajes constantes y mimos, porque su esposo se había vuelto más meloso de lo normal.

Sigue caminando, tratando de asomarse por la ventanilla pero fue inútil, se detuvo cuando vio a su madre entrar, rápidamente fue hacia ella.

— ¿No te han dicho nada? — Taerae negó abrazando a su madre.

— Estoy muy nervioso — la señora Kim rio un poco, abrazando a su hijo.

— Trata de tranquilizarte — la mayor dejó un besó en la frente de Taerae, tuviera la edad que su hijo tuviera siempre seria su bebé.

Taerae vió como la madre de Ricky entró totalmente apurada.

— ¿Te han dicho algo, cariño? — Taerae negó — ¿Hace cuánto se lo llevaron?

— Hace veinte minutos — ambas se voltearon a ver, era muy pronto.

— Verás que todo saldrá bien, los gemelos vendrán muy fuertes y sanos — Taerae asintió.

— Y Ricky estará bien — ambas asintieron.

.

.

.

Unas horas más tardé.

— ¿Familiares de Shen Quanrui? — Taerae se levantó rápidamente.

— Soy su esposo — Taerae apretó los nudillos de sus manos sintiéndose muy nervioso, lo menos que quería era alguna complicación.

— Felicidades, sus dos varones han nacido en buenas condiciones, su esposo también se encuentra bien — Taerae sonrió, volteando a ver a su madre y suegra, quienes le sonrieron.

Ya era padre.

— ¿Puedo pasar a verlo? — el doctor asintió.

— La primera puerta de ese pasillo — dijo señalando y Taerae asintió, llendo hacia la habitación donde se encontraba Ricky.

Y ahí estaba.

Ricky estaba dormido pero lucía cansado y pálido, cerró la puerta con cuidado de no hacer ruido, trayendo una silla a la camilla de Ricky, tomando asiento y sosteniendo la mano de esté, besando su dorso.

Se levantó un poco y dejó un besó en su frente, viendo de reojo como Ricky sonrió, mostrando su lindos dientes.

— Hola, amor — Taerae dijo, despejando los cabellos de la frente de Ricky, quien le sonrió, volteando su cabeza para verlo — ¿Cómo te sientes? ¿Quieres agua? — Ricky negó.

— ¿N-nuestros bebés, e-estan... bien? — Taerae sonrió y asintió, dejando un besó en la mejilla de Ricky.

— Están completamente sanos, en un rato los traerán, los están bañando y vistiendo — el menor asintió, dejando caer una lágrima y haciendo un puchero — Oh, amor.

— E-estoy demasiado feliz, me dejaron besar sus cabecitas Rae — esté sonrió acariciando la mano de Ricky — son muy pequeños y lindos.

— Si, son lindos, de seguro se parecen a tí — Ricky rio.

Lentos Brinquitos [Rirae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora