Lentos Brinquitos [Rirae]

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Taerae estaba fuera de la habitación donde su madre se encontraba, la mayor había tenido una recaída, pues no le gustaba hacer las transfusiones de sangre, al tener anemia ella no generaba los glóbulos rojos necesarios para que sus órganos estuvieran en buen estado y el oxígeno llegará a su cerebro por lo cual había tenido un infarto.

Taerae llamó a Ricky para que viniera, se sentía muy solo, su padre lo abandonó desde pequeño, y su madre era hija única.

Ricky entraba al hospital y vio a Taerae tapando su rostro mientras se apoyaba en sus rodillas.

Su corazón se partió al escucharlo llorar, lo abrazo con fuera dejando que se desahogará en su hombro.

— ¿Qué pasó Rae? — Ricky besó su mejilla sintiendo como su novio lo apretaba más y negaba, no podía hablar por el llanto.

— M-mi mamá Ricky, e-está muy e-enferma — Taerae dijo entré lloriqueos aún en el hombro de Ricky.

— ¿Te dijo algo el doctor? — Taerae negó.

— A-aun no viene pero tuvo un i-infarto, es muy terca y no quiere hacerse las transfusiones — Taerae dijo limpiando sus mejillas para luego dejar un beso en los labios de Ricky — ¿Tu estás bien amor? — Ricky asintió.

— Eso no importa, ¿Ya desayunaste?

— No tengo hambre Ricky, no tengo ánimos de nada — Ricky frunció el ceño.

— Iré por café, cuando nos den información de tu madre iremos a comer para dejarla descansar — Taerae asintió.

— Todo estará bien amor — Ricky acarició su cabello mientras le sonreía con delicadeza.

— Gracias por venir.

Ricky negó levemente para ir por los cafés.

— Te amó tanto Ricky — Taerae dijo cuando vió al menor retirarse.

Taerae y Ricky estaban sentados mientras sostenían sus manos, ambos tomando café y tratando de conversar para distraerse en lo que el doctor salía.

— Familiares de Kim Dahyun — Taerae se levantó rápidamente.

— Soy yo, ¿Cómo está? ¿Salió todo bien? — Ricky se levantó calmando a Taerae quien lucía alterado.

— Logramos estabilizarla, está fuera de peligro pero está débil, tardamos porque hicimos una transfusión de sangre.

Taerae asintió.

— Necesito que siga con las sesiones de transfusión, de no ser así la paciente no resistirá, si esto vuelve a pasar con la paciente no habrá manera de que resista al infarto y su corazón explotará — Ricky abrazó a Taerae quien temblaba y lloraba sin hacer algún gestó.

— M-muy bien doctor.

— Por favor consiga dos donadores de sangre, que vengan en ayunas, sin ningúna enfermedad crónica y de preferencia sin tatuajes — Taerae asintió — para mañana en la mañana.

— ¿Puedo pasar a verla? — el doctor negó.

— Yo le avisaré cuando se pueda entrar, puedo ir a tomar un baño o comer — Ricky asintió.

— Muchas gracias doctor.

El doctor se retiró y Taerae volteó a ver a Ricky, abrazándolo con fuerza por la cintura.

— No soy compatible con ella Ricky — Taerae dijo desde el hombro de su novio quien lo acariciaba.

— Todo estará bien, puedo donar para tu madre, no te preocupes.

— Pero le tienes miedo a las jeringas y a la multitud — Ricky se encogió de hombros — de ninguna manera.

— Dejaría de lado mis miedos por la familia, la familia es lo más importante — Taerae sonrió dolido, besando su mejilla sin dejar de abrazarlo.

— Gracias amor, te amo tanto.

Ricky se ruborizó.

— Yo también lo hago.

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