Las Cronicas de Narnia. El fin de los tiempos (#JustWriteIt)(#Fanfic)

Capitulo 9. Locos

La 1ra noche había transcurrido tranquila bajo la cuidadosa vigilancia de Rilian que era el mejor de todos navegando, el capitán del Viajero del Alba V.

-Yo realmente dudo que lleguemos a la isla de Coriakin antes que ellos- comentó Rilian que se encontraba de pie junto a Jill que tarareaba bajito una nana.

-Para ser el que más sabe sobre naves sabes muy poco- se burló Tirian mientras se posicionaba a un lado de Lucy y la tomaba de la mano mientras Corin lo miraba un poco celoso. Lucy había sido siempre algo asícomo su amor platónico y ver a Tirian coqueteando con ella a cada instante del día le molestaba bastante ya que en realidad el jugueteaba siempre con todas y le parecía mal de parte del rey coquetearle como si se trataráde cualquier otra. Porque no era así.

Lucy no era cualquier otra.

De cierta manera esa era la razón más fuerte por la cual había decidido acompañarlos en el viaje, ya que cada que pensaba que en ese viaje Lucy podría enamorarse de Tirian al poder pasar tanto tiempo juntos lo enfermaba, no podía permitir algo como aquello.

-¡Hey tú!- gruño Corin mientras atraía a Lucy hacia si para separar su mano de la de Tirian -haz el favor de dejar en paz a Lucy.

-No creo estarla molestando- dijo Tirian mientras tomaba distancia de la reina a sabiendas de lo sobreprotector que Corin era con ella. Aunque el pelirrojo estuviese olímpicamente equivocado ya que ella le gustaba, sí y a magnitudes impresionantes pero no de esa manera, simplemente era su amiga y de paso la mejor -Ojo de cristal es el barco más grande y lujoso de la flota Narniana- le explicó Tirian a Rilian -Pero si de velocidad se trata no hay ninguno que supere al Viajero del Alba V.

-El rey Tirian tiene razón- secundo Reepechip que aparecía de uno de los camarotes con una manzana agarrada con la cola -Es tan veloz que no dudo que estemos rebasando a Ojo de Cristal para el anochecer.

-¿Recuerdas nuestro viaje en el Viajero del Alba la primera vez que se recorrió el mar, Reep?- pregunto Lucy mientras miraba hacia el horizonte con aire soñador.

-Oh... Lo recuerdo muy bien mi reina, cuando llegamos al final del mundo.

-¿Llegaron al final del mundo Lucy?- pregunto sorprendido Corin mientras miraba impresionado a la joven reina.

-Por supuesto... Es lo las maravilloso que he visto en toda mi vida- respondióLucy mientras le devolvía la mirada, entonces una sonrisa sin malicia ni burla se abrió pasó en el rostro de Corin permitiendo que por primera vez Lucy lo apreciará realmente. El rostro de Corin sin muecas burlonas, sonrisas maliciosas o arrogancia en exceso resultó a los ojos de Lucy el más angelical que había visto en toda su vida, haciendo que su corazón diera un saltó.

Corin parecía realmente un ángel. Un ángel de cabello de fuego.

Entonces sus miradas se encontraron profundamente, mientras miraban en el interior del otro sin saber que hacer ni si debían decir algo más. El momento se congeló para ellos mientras sus corazones se reconocían mutuamente por primera vez.

Pero como se dijo antes, para ellos se congeló el tiempo mientras que para los demás corría de manera normal.

-Lucy- la llamó Jill después de varios segundos sacando a la joven Pevensie del extraño letargo en el que se encontraba y un ligero rubor se instalaba en sus mejillas.

-¿Sí Jill?- pregunto Lucy mientras daba un paso atrás creando un poco de distancia entre ella y Corin que aún la miraba.

-¿Susan se ha despertado ya?- pregunto Jill mientras miraba de manera fugaz hacia el camarote donde aún se encontraba la reina sin alma.

-¡Oh es cierto!- saltó Lucy al momento que giraba e iba en búsqueda de su hermana que probablemente se encontraba en el camarote muerta de aburrimiento.

Mientras ingresaba al camarote Corin se mantenía con la vista fija en la puerta que recién cerraba Lucy y con el corazón latiendole a mil.

¿Se lo había imaginado?

Una simple mirada a sus compañeros indicaron que no, no se lo había imaginado y algo dentro de él se regocijo al recordar el leve rubor que había aparecido en el rostro de la reina.

Aquello había sido tan fugaz que casi le pareció predestinado...

-Sera obra de Aslan- comento bajito para si mismo antes de alejarse de los demás que lo veían confundidos.

-Y luego decimos que la única loca a bordo es Susan- se rio Jill suavemente logrando que Rilian y Tirian la imitaran.

-¡Ni que lo digas!