Capitulo 27. Se desata el infierno.

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Parte 1.

Aun estaba lejos cuando logro escuchar el estallido de un cañon, cuando el suelo temblo bajo sus pies y sin quererlo apreto con fuerza la mano de Corin que a su lado solto un profundo suspiro.

El aire olia a polvora de una manera tan intensa que la joven reina tuvo que aferrarse al brazo del pelirrojo de pronto invadida por un panico que creia en el pasado. Un panico nacido en la 2da guerra mundial, donde tenia que ocultarse bajo la cama junto a sus hermanos y su madre, privada de la compañia de un padre y con ese mismo asqueroso aroma inundandole las fosas nasales mientras sentia el suelo temblar bajo su cuerpo debido a la cantidad de edificios que se caian a su alrededor.

Aquellos recuerdos aun solian dejarla en vela por las noches.

-Estoy contigo Lucy- murmuro Corin apenas lo suficientemente fuerte para que la mujer lo escuchara pero ni eso la hizo sentir mejor.

Odiaba esa sensacion.

-¿Estas bien, mi reina?- pregunto Bins mientras se inclinaba sobre su joven esposa que sonrio de lado y solto un suspiro al tiempo que apartaba la mano de la de Corin y se erguia.

-Por supuesto que si- sonrio ella mientras comenzaba a andar nuevamente viendo a la lejania frente a ella como el desierto se extendia. Cada vez se sentia mas lejos de su destino en vez de mas cerca -Pero creo que deberiamos apresurar el paso.

-No tenemos prisa de llegar- afirmo Bins mientras se inclinaba sobre la reina y acariciaba con dulzura el cabello trenzado de Lucy que sonrio comodamente ante el tacto tan dulce del hombre -Ningun soldado desea ir mas rapido para apresurar su muerte o la de sus compañeros.

-Lo se, Bins, pero si no apresuramos el paso mas narnianos moriran presos de sus pocas posibilidades- murmuro ella y el Tisroc la vio fijamente un segundo antes de sonreir.

-¿Cuanto se supone que debo complacerla mi joven reina, para obtener su amor?- pregunto el mientras se apresuraba a rodear con sus brazos a Lucy que devolvio el mismo sintiendose protegida por el amor del hombre, amor no correspondido pero amor a fin de cuentas -Da la señal- ordeno el Tisroc hacia uno de sus hombres que comenzo a entonar una agresiva tocada de tambor que resono por todo el gran desierto dando a los hombres la señal de que debian andar mas a prisa.

Para el miedo de todos los presentes apenas unos minutos despues el silecio se hizo apoderandose del ambiente.

Cuando habia una guerra el unico momento de silencio era aquel en el que alguien ganaba y alguien perdia...

Y 30 minutos despues llegaron al inicio del punto en el que el infierno se desataba.

Apenas los ojos de la joven reina se posaron en el paisaje frente a ella y las ganas de vomitar se instalaron en cuerpo casi dominandola.

El aroma a polvora, a podredumbre y a sangre inundaba el aire mientras a apenas unos cuantos metros frente a ellos una pila de cuerpos cubiertos de tierra descanzaba bajo el agresivo sol que golpeaba con fuerza haciendo arder el suelo bajo sus pies.
Una pila de criaturas parlantes que yacian en una posicion poco digna sobre un charco de sangre seca que un monton de ratas hambrientas, completamente distinta a la raza de Reepechip, devoraban, al igual que el tejido blando de los rostros de los cadaveres que ahora habian perdido el nombre.

Escucho el barullo a sus espaldas, continuos murmullos de asco y casi estuvo segura de haber escuchado a alguien vomitar, pero no podia estar del todo segura debido a los latidos apresurados de su corazon que golpeaba contra sus oidos dejandola entre mareada y confundida.

Recordaba haber visto muchos cadaveres a lo largo de su vida, pero pocas veces habia visto algo que le dolieran tan profundamente en el pecho. Algo que la lastimara de esa manera... creia que moriria de tristeza mientras veia a las ratas devorar de manera tan vehemente los cuerpos de todas esas criaturas que habian sido tal vez conocidos, sirvientes, amigos...

Las Cronicas de Narnia. El fin de los tiempos (#JustWriteIt)(#Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora