Hubiera mentido si hubiese dicho que el viaje del Viajero del Alba V hasta la isla de Coriakin fue sencillo, no lo había sido en absoluto, había sido problemático y difícil.
La comida se había acabado en varias ocasiones dejando a todos sin comer por varios días, el agua había escaseado aunque por suerte nadie había sido privado de tomarla y una noche de tormenta un marinero pesco un resfriado común. Ese no había parecido un problema serio, si no hasta que este marinero contagio a otro y el otro a otro y el otro a otro, así sucesivamente hasta que la mitad de la tripulación estuvo enferma y tuvo que ponérseles en cuarentena hasta que se hubieron curado y las labores de todos se tuvieron que dividir entre los que quedaban sanos.
Entre los enfermos se encontraron tristemente Reepechip, Tirian y Corin así que todo había terminado por recaer en las manos de Lucy y Rilian que de a poco se iban ahorcando con tantas responsabilidades.
Pero no por eso perdieron el buen espíritu. Así que seguido se les escuchaba cantar y se les veía bailar mientras tomaban vino y gritaban que realmente les estaba llendo muy bien.
Porque así era. Por lo menos a comparación de la situación de Ojo de Cristal.
La situación en el Ojo de Cristal fue 15 veces peor que la del Viajero del Alba V ya que en muchas ocasiones el barco se había salido de curso alejándolos poco a poco de su destino así que la tensión entre los reyes y el capitán se hacía tangible. Era el mejor capitán de la flota Narniana e igual había cometido errores que no era normal que se cometieran.
La comida también se les había acabado en varias ocasiones pero la situación era mil veces peor ya que la tripulación del Ojo de Cristal triplicaba a la tripulación del Viajero del Alba V y el agua también se había acabado obligando a los reyes a beber vino que solo servia para relajar un poco la sed pero hacer más grande su hambre.
Incluso se mantuvieron semanas enteras en medio de tormentas que azotaban el barco y lo movían en el mar como si de un barquito de papel se tratara a merced de un niño que sopla sin rumbo fijo.
Las cosas no podían haber estado peor para ellos.
Incluso el Viajero del Alba rebaso a Ojo de Cristal en cuestión de una tormenta.
-Tienes que beber- pidió Lucy a Corin mientras intentaba hacerlo abrir la boca para darle una gota de su poción curativa ya que Corin parecía haber pescado la enfermedad aún más fuerte que otros cuantos. Despejo el cabello rojizo de la frente del chico que estaba bañado en un sudor frio que lo hacía temblar entre los brazos de Lucy que él ni siquiera lograba sentir.
-No lo necesito- negó Corin mientras se giraba hacia la reina intentando enfocarla pero solo logro ver una sombra rodeaba de algo dorado, su cabello.
-Claro que si- Sonaba tan desesperada que por un momento Corin pensó en tomar la poción pero no lo hizo, porque eso era para situaciones realmente importantes -Estas muy enfermo.
-Ya te dije que me mejorare sin esa cosa- volvió a negar Corin.
-¿Porque tienes que ser tan necio?- le grito Lucy mientras se lo sacaba de encima con un empujón que logro que en primera Corin se diera cuenta de que se encontraba recostado en las piernas de la reina y en segundo se mareara hasta casi vomitar -¿Ves? Estas mal.
-No te preocupes por mi Lucy- le rogó Corin mientras intentaba tomar la mano de la reina mientras esta se ponía de pie e intentaba alejarse de el molesta pero casi de suerte Corin logro tomar su mano en el aire haciendo que Lucy soltara un respingo y se quedara quieta sintiendo el frío tacto de la mano de Corin sobre la suya. Su corazón se lanzó en picada latiendo a mil mientras volvía la vista hasta el de cabellos de fuego que la miraba con ojos cristalinos -La beberé.
Entonces un asomo de sonrisa apareció en el rostro de Lucy mientras se inclinaba sobre el enfermo Corin que mantenía los labios entreabiertos esperando la gota de la poción que lo curaría.
Dos horas después ya se encontraba como nuevo en la cubierta sentado junto a Lucy que miraba fijamente y muy concentrada un mapa que señalaba que ya se encontraban a menos de dos días, si el viento seguía soplando, de la isla de Coriakin.
-¿Que haces?- pregunto entonces Susan.
Su recuperación había sido más que obvia después de un tiempo en el que de pronto comenzaba a hablar y a moverse por si misma para hacer las cosas. Incluso un día después de encontrar en el camarote que compartía con su hermana y con Jill un arco había parecido incluso emocionada de practicar con el y había resultado que se le daba igual de bien que antes y para aquellos que no habían conocido antes a la reina resulto toda un sorpresa verla practicar y darse cuenta de que no era una exageración cuando en las historias se decía que era la mejor arquera de Narnia.
-Creo que llegaremos muy pronto- le dijo Lucy mientras se apartaba el cabello de la cara con un movimiento rápido y le mostraba el mapa a Susan -En 2 o 3 días.
-¡Ah!- con esto Susan se giró a volver a Practicar su puntería en el mástil y Lucy siguió observando detenidamente el mapa bajo la atenta mirada de Corin que la observaba detenidamente.
Miraba como se quitaba el estorboso pelo de la cara, mordía su labio inferior, movía su dedo sobre el mapa y luego soltaba un leve suspiro para volver a empezar con la cadena de movimientos. Todos tan lindos a sus ojos.
-Lucy- entonces salió de su ensoñación dirigiendo la mirada hacia Tirian que llevaba la boca cubierta con un enorme pañuelo aparrado alrededor de su cabeza creando un improvisado cubre bocas. Se veía pálido y realmente enfermo pero Lucy no parecía estar muy preocupada por el así que Corin se pregunto que tan mal había estado el como para que Lucy le rogara de aquella manera tomara una gota de la poción.
-¡Tirian!- exclamo asustada Lucy mientras corría hacia él y lo empujaba para que volviera a entrar al camarote donde estaban todos los aun enfermos -No deberías estar aquí. Debes descansar.
-¿Y eso quien lo dijo?- pregunto Tirian con voz graciosa pero débil.
-¡Yo lo digo!- le regaño Lucy mientras intentaba nuevamente empujarlo dentro del camarote.
-Solo quiero mostrarte algo- el tono infantil que uso hizo que se despertaran dentro de Corin los celos de saber que siempre que Tirian usaba ese tono tenia a Lucy en la palma de su mano y sus pensamientos se vieron reafirmados por Lucy cediendo ante Tirian con una sonrisa en el rostro.
-Me lo mostraras y luego te marcharas a la cama ¿Queda claro?
-Como tu cabello- entonces los ojos de Tirian viajaron hasta el cabello de Lucy y los abrió como asustado -¿Desde cuándo es tan amarillo? O por dios... ¿Desde cuando eres tan linda?- entonces Corin deseo ir y regresarlo a golpes al camarote.
-¿Que me ibas a mostrar?- insistió Lucy mientras limpiaba la frente perlada de sudor de Tirian con un pañuelo con toda la delicadeza del mundo haciendo que Corin hirviera de rabia.
-Mira- entonces Tirian se inclinó sobre el rostro de Lucy dejándola perpleja y colocando sus labios sobre los reina únicamente separados por la delgada tela del pañuelo.
-¿Qué te pasa imbécil?- Sin quererlo y sin siquiera pensarlo Corin se había puesto de pie y había corrido a empujar a Tirian alejándolo de la reina que se mantenía con los ojos bien abiertos y con las mejillas rojas mirando a Tirian que se balanceo después del golpe hacia atrás y cayo de sentón al suelo -Puedes contagiarla, Idiota- No la toques -No pensé que tu idiotez llegara tan lejos- No frente a mi -Que estés enfermo no impedirá que te...
-Basta, Corin- le pidió Lucy en un susurro mientras se inclinaba junto a Tirian y lo sostenía entre sus brazos -Esta confundido... Está enfermo- No lo defiendas.
-Y no te contagie- el tono que Tirian utilizo hizo que Corin casi le gritara de puro coraje, todo para demostrarle a Lucy que su cubre bocas funcionaba.
Entonces sin más que hacer Corin se dio la vuelta y se alejó de ellos deseando golpear a alguien mientras escuchaba una risita nerviosa proveniente de Lucy seguida de un: "Venga Tirian, te acompañare hasta tu cama".
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Las Cronicas de Narnia. El fin de los tiempos (#JustWriteIt)(#Fanfic)
FanfictionYa nada queda de los Pevensie en londres. Susan a muerto a sus 80 años, sus hijos no supieron jamas sobre narnia ni nadie mas, se puede decir que nisiquiera ella lo supo. Peter, Edmund y Lucy permanecen en Narnia viviendo su eterno sueño hasta que u...