Capitulo 21. Seguridad

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Apenas necesitaron dos días para llegar en el lomo de Alado, el único caballo con alas en toda Narnia, hasta los límites de Calormen, enorme ciudad que había nacido en medio del desierto llena de grandes guerreros capaces de soportar miles de condiciones que nadie mas podía soportar.

Sin importar todo lo malos que pudieran ser los Calormenes era necesario admitir que eran una parte importante si querían ganar la guerra que justo ahora se peleaba en Narnia y Archeland.

-Gracias por todo, Alado- agradeció Lucy al hermoso caballo mientras daba un salto para bajar del lomo de este seguida de Corin -Pero creo que de ahora en adelante nosotros podemos seguir solos.

-¿Estas segura, Lucy?- pregunto el caballo mientras miraba fijo a la reina que le sonrío un poco nostálgica. Siempre le había sorprendido como Alado se dirigía a ella y a cualquier rey que no fueran el Rey Frank o la Reina Helen ya que los trataban siempre como si fueran cualquier persona normal ya que de cierta manera Alado era mas importante en Narnia que cualquiera de ellos.

-Por supuesto. Muchas Gracias- agradeció ella antes de sacar de su pequeño morral un pequeño cubo de azúcar y se lo extendía al caballo que con expresión contenta lo absorbió con sus enormes labios y lo desgasto muy contento.

-Volveré a Narnia mi reina- dijo él una vez que hubo terminado su cubo de azúcar y emprendió el vuelo marchándose a toda velocidad en dirección al sol.

-Ya es tiempo, Lucy- dijo Corin mientras miraba fijamente a Lucy que seguía con la mirada perdida en el cielo.

-Lo se, Corin- respondió simplemente ella mientras sacaba de su morral la corona de plata y se la colocaba en la cabeza, y sorprendiendo a Corin le estiraba la de este.

-¿Por qué llevas contigo mi corona?- pregunto sorprendido mientras al igual que la reina se la colocaba -¿Qué se supone que vamos a lograr llevándolas con nosotros?

-Llegar con vida al palacio del Tisroc- respondió Lucy mientras comenzaba a andar rápidamente hacia un punto a la distancia donde se podía ver la ciudad de Calormen -Si no le recuerdas en la época de oro Susan rechazo la mano del Tisroc y hubo una guerra entre Narnia y Calormen.

-Lo se... Estuve ahí- le recordó y ella solo asintió con la cabeza solemnemente -¿Crees que aun recuerden eso?

-No lo sé... tal vez. De lo que si estoy segura es de que eso es lo que necesitamos.

-¿Otra guerra?- pregunto el sin comprender lo que la chica trataba de decir.

-No exactamente- fue lo último que dijo y por su expresión Corin no se atrevió a decir más mientras la observaba fijamente.

El silencio se prolongó hasta altas horas de la noche cuando por fin llegaban a los límites de la ciudad iluminada levemente y apenas por la luz de la luna así que no fue un gran problema moverse dentro de la ciudad apenas topándose con unas pocas personas de piel morena que apenas les pusieron atención.

Mientras avanzaban hacia el palacio los nervios de Lucy se pusieron a cien, comenzó a temblar y a desear que nada de todo lo que estaba pasando ocurriera, no lo quería.

No quería hacer lo que estaba a punto de hacer porque en el fondo sabía que lastimaría a Corin y mucho pero las razones por las que lo hacía iban mucho más lejos que ella misma, que él y que sus sentimientos mutuos, sentimientos que aún no habían sido dichos pero que ambos sabían se encontraban ahí, a flor de piel.

Mientras pensaba en estas cosas sintió la mano de Corin sostener la suya y sin poder evitar que esto pasara una lagrima se escapó de uno de sus ojos y agradeció profundamente toda la oscuridad que había a su alrededor ya que así él no podría verla y por lo tanto hacerle preguntas.

Ya se encontraban a pocos metros de la entrada del palacio cuando un par de guardias de espadas curvadas y cascos con formas puntiagudas los detuvieron amenazándolos con las espadas y ordenándoles que dejaran sus armas pidiéndoles de paso una explicación para su repentina intromisión en los límites del palacio del Tisroc.

-Venimos a hablar con el Tisroc- fue lo único que dijo Lucy mientras soltaba la espalda en el suelo y el guardia la miro de abajo a arriba hasta que sus ojos se detuvieron en la corona de esta y luego miro fijo a Corin fijamente antes de que una sonrisa estupida se abriera paso en su rostro.

-¿Ustedes son de Narnia o de Archenland?- pregunto él aunque no espero una respuesta cuando haciéndoles una seña con la mano les pidió que se movieran detrás de él que abriendo las puertas del palacio de par en par entro.

Caminaron por largos pasillos con pisos de oro y enormes retratos del dios Tash cuando de pronto el Guardia se detuvo frente a una puerta gigante y toco levemente ocasionando un sonido que género un eco que se extendió en todas direcciones.

La puerta se abrió y permitió a Lucy y a Corin ver la magnificencia de ese palacio cubierto de oro y con un montón de sirvientes moviéndose de un lado a otro apresuradamente.

-Tisroc, que viva para siempre- dijo no muy fuerte el guardia -Un par de reyes de las tierras del norte han venido a verlo.

-Que se acerquen- se escuchó la voz de hombre y en ese instante Lucy fue capaz de prestar mucha más atención a ese punto en la distancia donde un hombre, tal vez de unos veinte y tantos de piel morena y rasgos finos sentado en un enorme trono dorado que lucía un turbante blanco en la cabeza, los miraba fijamente con unos extraños ojos negros.

Corin volvió a tomar la mano de Lucy y caminando muy cerca el uno del otro anduvieron hasta quedar a pocos metros del Tisroc que de inmediato se puso de pie y fue hasta ellos mirándolos fijamente.

-Sabía que vendrían pronto... pero no me imaginaba que quien viniera fuera la joven Reina Lucy- dijo entonces el Tisroc mientras tomaba la mano de Lucy y al tiempo que le regalaba una sonrisa se inclinaba y besaba la palma de esta logrando que Corin apretara un poco más fuerte la mano de la reina completamente molesto por la acción del Tisroc -Es un honor, bella dama- en el instante en el que estas palabras llegaron hasta Corin se sintió extraño porque de todas las maneras que habría podido describir a Lucy desde que la conocía "Bella dama" no había pasado siquiera por su cabeza.

-¿Sabía usted que íbamos a venir?- pregunto entonces Lucy mientras soltaba su mano de la de Corin sin apenas darse cuenta.

-Las únicas noticias que siempre se han extendido através de todo el mundo son las de las guerras- dijo simplemente el Tisroc mientras hacia una señal logrando que de inmediato todos los sirvientes abandonaran el salón de tronos a una velocidad impresionante -¿Para qué ha venido, Reina Lucy?- pregunto el Tisroc mientras se daba la vuelta dándoles la espalda y caminaba lentamente hasta su trono donde con toda la elegancia que puede tener aquel que se siente descendiente de dioses.

-Hemos venido...- dijo Lucy mientras llevaba una mano hasta su cabeza y se sacaba la corona al mismo tiempo que se inclinaba sobre una rodilla dejando impresionado a Corin que nunca había visto a la reina más joven hacer semejante cosa. ¿Acaso los bárbaros que habían llegado a desde ese otro mundo eran de verdad tan peligrosos? Sin estar seguro de que más hacer imito la acción de la reina notando la expresión impresionada del Tisroc -He venido, no como reina de otro país, a ponerme a su entera disposición con tal de que nos apoye en esta guerra.

-¿Sabe usted que lo que está haciendo no tendrá vuelta atrás en cuanto mi ejercito marche fuera de las fronteras de mi país?- pregunto él y Lucy levantando el rostro para encarar al Tisroc compuso la expresión más severa que Corin jamás le había visto.

-Completamente.

Las Cronicas de Narnia. El fin de los tiempos (#JustWriteIt)(#Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora