- Capítulo 25 -

4.9K 398 140
                                    

Amber

Tenía que desquitarme.

Después de la conversación que tuve con mi tía en la habitación del pánico me dejó pensando mucho en las actitudes de todos los que están a mi alrededor, y tiene razón, todos tienen motivos para traicionarnos, incluso ella, pero sé que no es el caso sino no me hubiera mostrado esa habitación.

Lo único que estoy segura es que mi ángel nunca me podría traicionar, ella ni siquiera está envuelta en este mundo, sino al contrario ha sido lastimada por culpa de terceros y apenas con mi ayuda está aprendiendo a defenderse, así que los demás quedan como sospechosos.

En el desayuno aproveché tanto para besar a mi dulce ángel como para al fin compartirles un poco de mi sazón, pero también para castigarlos por haber sido duros conmigo y que mejor forma que con un platillo picante.

Mi tía no come nada de picante, Victoria intentó disimular un poco que no aguantaba el chile y Luc pues es Luc, no tiene filtros y todo su cuerpo habló por él, incluso dudé por un momento si le iba a dar algo por lo rojo y sudado que estaba.

-¿No se supone que no podíamos salir de la casa?

-Hablé con mi tía y me dejó salir con la condición de que no fuera tan lejos - digo caminando por el extenso jardín hasta que llegamos a una casa que está en el límite de la propiedad y que está a la entrada del bosque. 

-¿Qué es este lugar?

-Según palabras de mi tía fue construido en caso de que yo quisiera escapar de la casa grande - ladea la cabeza confundida - Es parte de su juego, uno pensaría que al escapar de un lugar puede refugiarse en donde sea, pero... ¿Qué pasa cuando el primer lugar "seguro" que encuentras es el lugar que ella tenía planeado?

-Nunca te dio esa opción de escapar.

-Exacto, solo me hizo pensar que podía hacerlo, no que en verdad pudiera escapar - entramos a la casa por primera vez, es pequeña, pero acogedora y tiene lo básico - Me dio una libertad bajo sus reglas; claro que nunca hice uso de este lugar ya que nunca salí de mi habitación...

-Amber...

-Está bien, el punto es que quería venir contigo para pasar tiempo a solas.

-¿Me trajiste aquí para aprovecharte de mí?

-¿Quién crees que soy?

-Una acosadora. Te recuerdo que me has visto desnuda.

-Solo fue una vez.

-Fueron dos, acosadora - dice entre risas - La primera fue cuando me estaba bañando y dejaste la ropa en el baño y la segunda fue cuando entraste sin tocar a tu habitación, así que recapitulando sí eres un-

No dejo que termine la oración y junto nuestros labios, al inicio se sorprende e intenta apartarme, pero sus labios me decían otra cosa al moverse al compás de los míos. Mi corazón empieza a latir con fuerza y todo deja de importar a nuestro alrededor, es como si el tiempo se detuviera al tenerla cerca.

El beso es lento asegurándome de que pueda transmitir todo el cariño que le tengo porque tal vez no soy tan expresiva con palabras, pero sí quiero hacerlo con acciones. Sin romper el beso comienzo a caminar con ella hacia la cama que está al fondo de la habitación.

Al tocar la cama ella cae, pero en vez de acomodarse se impulsa de mí haciendo desestabilizándome al tomarme por sorpresa haciendo que me golpee con la mesa de noche. Las risas inundan la habitación y con delicadeza me ayuda a levantarme.

Ninguna tiene que decir nada, nuestras miradas lo dicen todo y vuelvo a acercarme a juntar nuestros labios en un beso más delicado. Sin romper el beso nos acomodo en la cama; en una pregunta silenciosa tomo el borde de su blusa y asiente.

Traición en las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora