𝓡𝓮𝓶𝓮𝓶𝓫𝓮𝓻 𝓶𝓮 𝓵𝓸𝓿𝓮 - 𝓚𝓸𝓸𝓴𝓶𝓲𝓷

𖠇•𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑣𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑠𝑒́𝑖𝑠•𖠇

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Jimin entro a su casa dando un fuerte portazo y caminando con prisa en busca de su mamá, a la cual encontró en la cocina con un gesto angustiado.

—Por Dios cariño, casi me da un infarto —llevo una de sus manos a su pecho para luego reír aliviada—. Por un momento llegué a pensar que se había metido un ladrón –volvió a reír y se giró para continuar con la mezcla para pastel—. ¿Cómo te fue con tu hermana?

—Ustedes me han estado mintiendo todo este tiempo —soltó con voz temblorosa.

Su madre entonces volvió a mirarlo, aquella sonrisa se desvaneció y dejo de lado una vez más los utensilios de cocina.

—¿Por dices eso cariño? ¿Que sucedió?

—Hable con Yeji y Ryujin —contó, viendo como el rostro de su madre se congelaba—, por esa razón me fui ¿verdad? Porque me enteré de todo —negó molesto, comenzando a caminar de lado a lado con desesperación. Sentía que estaba a punto de sufrir un ataque de ansiedad–. Mamá, todavía no sé quién soy, no tengo idea y ahora resulta que ustedes me están mintiendo y usan mi accidente para reescribir el pasado

—Cariño, me aterraba la idea de perderte de nuevo —confesó con la voz rota.

—¿Tienes idea de lo traicionado que me siento ahora mismo? ¿Como crees que se siente enterarse de algo así por otra persona? —un par de lágrimas escaparon de sus ojos, rodando con rapidez por sus mejillas.

—Lo siento mucho Jimin —Hizo una pausa para limpiar sus lágrimas—. Lo lamento tanto, estos últimos meses hemos sido más felices que en muchos años —sollozo.

–Por Dios mamá —se quejó, sin dejar de andar.

—Cariño por fin volviste a casa, después de años de estar lejos nuevamente estas aquí

—¡Si, pero bajo tus términos mamá! Siempre es así

—No, eso no es así —negó de inmediato.

—¡Si mamá! ¡si es así y lo ha sido durante toda la vida! —freno su andar junto a la puerta de la cocina–. ¡Papá te engaño con mis amigas! ¡Por Dios! ¡¿Cómo puedes seguir con él?! ¡¿Cómo es que viven como si nada hubiera pasado?! ¡Que te sucede?! —Grito, en medio del llanto.

La mujer guardo silencio por un momento, sintiendo como la culpa se adueñaba poco a poco de su anatomía.

—Eso iba a hacer, en cuanto me lo dijiste quise dejarlo. Estaba lista para hacerlo —un suave sollozo escapo de sus labios–. Un día, cuando comencé a empacar todas mis cosas dispuesta a irme, decidí recorrer la casa por última vez, vi las fotos, vi los muebles, vi todas nuestras cosas y me di cuenta que este era nuestro hogar. Recordé todos los buenos momentos que pasamos aquí, cuando llegamos con tu hermana de tan solo dos años de edad y luego cuando naciste tú cariño —hizo una pausa para respirar profundamente e intentar controlar su llanto, continuando segundos después—. Éramos una familia Jimin y en ese momento entendí que eso era lo único que me importaba, ustedes eran lo único en el mundo para mi

Decidió desviar la mirada, ver llorar a su madre rompía completamente su corazón y lo hacía querer darle la razón, pero no podía ser débil ahora.

—Y no pude —Continuó—. No quise irme...

Dejo escapar un ruido de molestia de sus labios. Era absurdo lo que ella decía.

—Entonces decidiste olvidar todo, hacer como si nada hubiera pasado ¿no? Fingir que no te engaño

—No, yo elegí quedarme con él, elegí quedarme por todo lo bueno que había hecho durante tantos años y no abandonarlo por la única cosa que hizo mal —Suspiró–. Elegí perdonarlo