Mi último aliento ~Kacchako~

~Puntos suspensivos~

Una vez que Ochako finalmente se quedó dormida, todas sus amigas se quedaron un momento observándola, asegurándose de que su sueño fuera profundo. La paz en su rostro era frágil, como un cristal que podría romperse con el más mínimo toque. Momo fue la primera en apartarse de la cama, seguida de las demás.

Cuando cerraron la puerta de la habitación con cuidado, se quedaron en el pasillo, con miradas entrelazadas llenas de preocupación y cansancio. El silencio duró unos instantes hasta que Mina rompió la calma.

- No puede seguir así... - dijo, casi en un susurro, con los ojos llenos de lágrimas contenidas - No se lo merece. Ochako ha pasado por demasiado.

- No es normal - agregó Hagakure, cruzándose de brazos mientras sentía un escalofrío recorrerle la piel - Tener pesadillas ya es malo, pero... esto va más allá. Está alucinando. Piensa que Bakugou está aquí... eso da miedo. Da miedo ver hasta dónde ha llegado su dolor.

Tsuyu asintió lentamente, sus ojos reflejaban tristeza y determinación.

- Creo que todas sabemos que esto no es algo que podamos manejar nosotras solas, ~ribbit. Necesita ayuda de alguien que sepa cómo manejar esto.

Momo, que había estado escuchando en silencio, levantó la vista y habló con calma, aunque su voz estaba llena de preocupación.

- Deberíamos hablar con el profesor Aizawa. Él entenderá lo serio que es esto. Ochako necesita apoyo, y ya no podemos simplemente quedarnos esperando a que mejore sola. Esto... esto ya está afectándola de una forma que nos da miedo.

Todas asintieron, cada una consciente de que tomar esa decisión no era fácil, pero era necesaria. Con una última mirada a la puerta cerrada de la habitación de Ochako, decidieron actuar. Caminaron en silencio hacia el elevador, cada paso pesando en sus corazones. La idea de que su amiga estuviera tan rota les partía el alma.

Al bajar a la sala común, se encontraron con sus demás compañeros, que estaban en el sofá, en silencio, con expresiones sombrías. Denki miraba fijamente al suelo, Sero suspiraba mientras se rascaba la nuca, y Kirishima... él estaba en silencio, con el rostro completamente inexpresivo, algo que solo intensificó la preocupación de Mina.

Mina lo miraba, queriendo decir algo, pero al ver el estado de su amigo, sintió un nudo en la garganta. Esa expresión tan apagada en él rompía aún más su corazón, y se dio cuenta de que el dolor de Ochako estaba afectando a todos a su alrededor.

Finalmente, Momo tomó aire y se dirigió al grupo.

- ¿Por qué están todos despiertos?

Sero levantó la mirada y soltó una risa amarga.

- ¿Y todavía lo preguntas, Yaoyorozu?

- ¿Hum? - murmuró ella, algo desconcertada por la reacción.

Sero suspiró y continuó, visiblemente frustrado.

- Es obvio que nos preocupa Uraraka. Cada noche, todos escuchamos sus gritos, sabemos que está sufriendo. Y no solo eso, ¿crees que nosotros estamos bien? ¡Nosotros también lo estamos pasando mal! - Sero bajó la voz, pero su enojo se veía en sus ojos - Deku no ha dejado de culparse, no para de decir que todo esto es su culpa, por no haber apoyado a Bakugou... Todoroki apenas habla, ya ni se le escucha la voz. Iida está considerando renunciar a la presidencia de la clase porque siente que ha fallado... ¿y preguntas por qué estamos aquí, despiertos, preocupados?

Por primera vez, Momo vio en Sero una mezcla de enojo y tristeza tan intensos que le hicieron bajar la cabeza, llena de culpa. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, y en un susurro, intentó explicarse.