~Acordes de un corazón arrepentido~

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Bakugou estaba sentado en su cama, la guitarra
apoyada en su regazo, con un cuaderno lleno de garabatos y notas a su lado. EI suelo de su habitación
estaba cubierto de hojas arrugadas que había tirado
con frustración cada vez que algo no le salia como
quería.

- ¡Maldita sea! -gruñó entre dientes, tachando una
línea del cuaderno antes de arrancar otra hoja y
lanzarla al suelo.

Miró la guitarra con determinación.

Respiró hondo, colocó los dedos sobre las cuerdas y
comenzó a tocar de nuevo. Las melodías fluian mejor
esta vez, tanto que una pequeña sonrisa se formó en
sus labios.Se sintió inspirado, confiado. Sus dedos se
movían con precisión mientras comenzaba a cantar
suavemente las palabras que había escrito.

Todo iba bien.. hasta que llegó a la parte dificil. Justo
cuando estaba concentrado, completamente sumido
en la melodía, alguien golpeó la puerta. El sonido lo
hizo sobresaltarse y, sin querer, presionó una cuerda
con demasiada fuerza

¡PING!

Una de las cuerdas se rompió con un sonido
desgarrador. Bakugou se quedó paralizado por un
momento, los ojos cerrados, los hombros temblando
de pura rabia.

- ¡¿QUIÉN DEMONIOS..?! - comenzó a gritar, pero fue
interrumpido por una voz conocida al otro lado de la
puerta.

- ¡Bakubro! ¿Estás ahí? - preguntó Kirishima con su
tono animado de siempre, como si no acabara de
interrumpir la inspiración de un músico en plena
creación.

Bakugou apretó los dientes y dejó la guitarra a un lado
con cuidado, aunque por dentro quería lanzarla contra
la pared.Se levantó de un salto y marchó hacia la
puerta, mascullando entre dientes.

- ¡Voy a matarlo, voy a usar su estúpido cabello rojo como trapeador para limpiar estas malditas hojas del suelo!

Abrió la puerta de golpe y ahí estaba Kirishima, con
una gran sonrisa y una mano levantada en señal de
saludo.

- ¡Hey, Bakubro! ¿Qué haces? - preguntó, como si no
acabara de interrumpir el momento más crucial de su
vida.

Bakugou lo miró con una expresión que era mitad
incredulidad, mitad asesinato en proceso

- ¡¿demonios quieres, Kirishima?! Vuelve al carajo
de donde saliste y déjame en paz! - gritó, empujando
la puerta para cerrarla en su cara

- Nada, solo quería saber qué estabas haciendo. Pensé en pasar a ver cómo estás - respondió Kirishima, con ese tono despreocupado que Bakugou encontraba irritante

- ¡Pues ya lo viste, así que largo! -gritó Bakugou,
intentando cerrar la puerta en su cara.

Pero Kirishima endureció su pie justo a tiempo,
bloqueando la puerta antes de que se cerrara

- ¡Oye, espera! Solo quiero hablar contigo como en los viejos tiempos.

‐ ¡Hablas como si fueramos viejos y saca ese maldito pie antes de que lo rompa, imbécil! -gruñó Bakugou, empujando la puerta con más fuerza.

- ¡Mi pie está más duro que tu paciencia, Bakubro!
replicó Kirishima con una sonrisa triunfante.

Finalmente, Bakugou bufó y dejó de empujar. Pero
antes de que pudiera pensar en un plan para
deshacerse de él, Kirishima señaló algo detrás de él.

- ¿Es eso una guitarra? - preguntó, con los Ojos muy
abiertos.

El rostro de Bakugou palideció por un segundo antes
de reaccionar.

Mi último aliento ~Kacchako~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora