Mi último aliento ~Kacchako~

~NUNCA LO OLVIDES~ P.2

Esa misma tarde, el aire frío del invierno invadía el Campo Gamma, donde Ochako y Bakugou se encontraban parados frente a su instructor, el siempre serio Aizawa. Él los observaba con detenimiento, con los brazos cruzados y la bufanda cubriendo parte de su rostro.

- Bien, ya hemos terminado las lecciones teóricas antes de lo esperado - comenzó, con ese tono monótono y directo que lo caracterizaba - Ahora es momento de enfocarnos en lo práctico.

Ochako y Bakugou lo miraron con atención, aunque el rubio ya estaba mostrando una sonrisa ladeada, anticipando lo que vendría.

- Quiero que peleen entre ustedes. Necesito evaluar cuánto han mejorado antes de todo lo que ha pasado.

Ochako parpadeó sorprendida, mientras Bakugou cruzaba los brazos, su sonrisa tornándose más desafiante.

Aizawa, sin embargo, no había terminado.

- Antes de empezar, hay algo que quiero preguntar. - Se cruzó de brazos y los miró fijamente - ¿Ya se reconciliaron?

El ambiente se tensó de inmediato. Ochako sintió cómo su rostro ardía, mientras desviaba la mirada hacia el suelo, jugando con sus dedos. Por su parte, Bakugou frunció el ceño y chasqueó la lengua, claramente incómodo con la pregunta.

Aizawa suspiró, llevándose una mano a la nuca.

- Olvídenlo. Su silencio y esas reacciones lo dicen todo. - Luego les lanzó una mirada seria - Pero si van a pelear, dejen sus asuntos personales a un lado. Quiero ver un combate real.

- ¡Eso no será problema! - interrumpió Bakugou con una sonrisa de medio lado. Se giró hacia Ochako, inclinándose un poco hacia ella - Te haré volar por los aires, Cheeks.

Ochako levantó la cabeza.

- ¿Ah, sí? Pues planeo dejarte sin aliento, Katsuki.

Bakugou se rió por lo bajo y dio un paso hacia ella, inclinándose para susurrarle al oído con una voz baja y cargada de picardía.

- Siempre me dejas sin aliento, Ochako.

Ella sintió cómo su rostro se encendía, pero no iba a dejarse intimidar. Katsuki la miró a los ojos, y con una sonrisa traviesa, añadió.

- Pero tengo que patearte el trasero ahora.

Ochako apretó los puños.

- Lo veremos.

Aizawa observaba todo en silencio, aunque en su mente reflexionaba sobre la situación. "Por fin se reconciliaron. Tal vez eso los haga rendir mejor. Aunque con esos dos... probablemente sea más caótico que romántico."

Con un leve suspiro, el profesor se cruzó de brazos y señaló hacia el centro del campo.

- Bien, al área de combate. Y Bakugou...

- ¿Qué?

- No me hagas arrepentirme de emparejarlos.

Bakugou solo rió por lo bajo, mientras caminaba hacia el centro del gimnasio gamma.

- Eso depende de cómo se defienda, ¿verdad, Ochako?

- Prepárate, porque voy con todo - respondió ella, siguiéndolo con determinación.

El sol de la tarde brillaba sobre el Campo Gamma, y mientras ambos tomaban posición, Aizawa observaba desde la distancia, con un café en mano y una leve sonrisa oculta bajo su bufanda.

"Definitivamente va a ser interesante."

El Campo Gamma estaba completamente desierto, salvo por ellos dos. Aizawa los había enviado a entrenar solos, probablemente para que trabajaran en equipo o simplemente para que arreglaran lo que fuera que aún estaba pendiente entre ambos. Sin embargo, Bakugou y Uraraka sabían que no podían contenerse, no esta vez.