~NUNCA LO OLVIDES~ P.1

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Bakugou se sentó en el borde de su cama, mirando hacia el suelo con el ceño fruncido. El sol apenas empezaba a iluminar el dormitorio, pero él llevaba despierto desde antes del amanecer.

La imagen de Todoroki entrando a la habitación de Ochako y el abrazo que le dio todavía estaba fresca en su mente, como una espina clavada que no podía arrancarse.

Se levantó de un salto, frustrado, y se pasó las manos por el cabello desordenado antes de decidir que necesitaba despejarse. Se colocó los pantalones de su uniforme de entrenamiento, una remera negra de mangas largas que ajustaba perfectamente a su torso y unos tenis blancos. Sin hacer ruido, bajó al área común. Como esperaba, todo estaba en completo silencio; sus compañeros seguían durmiendo profundamente.

Entró a la cocina y abrió el refrigerador, sacando una botella de agua. Se quedó ahí por un momento, mirando la nada, con las palabras de la noche anterior resonando en su cabeza.

No podía sacarse la sonrisa de Ochako hacia Todoroki. ¿Qué demonios estaba pasando? Gruñó en voz baja, cerrando el refrigerador con más fuerza de la necesaria.

Salió al frío de la mañana invernal. El aire helado golpeó su rostro, pero no le importó. Colocó sus auriculares y seleccionó la canción perfecta para reflejar su estado de ánimo. "Smells Like Teen Spirit" de Nirvana. El ritmo agresivo y rebelde lo acompañaba mientras comenzaba a correr por el camino que rodeaba el edificio de dormitorios.

Cada paso que daba era como una forma de liberar el fuego que lo consumía por dentro, pero sus pensamientos eran implacables.

Recordaba todo. El momento en que se enteró de que Ochako había sido secuestrada por la Liga de Villanos, la desesperación que sintió al saber que no podía hacer nada para ayudarla.

Cuando finalmente la encontraron en aquella casa destartalada, al borde de la muerte, él había sentido que todo su mundo se derrumbaba. Ochako había estado en coma durante días, y él nunca la dejó sola. Incluso cuando descubrió que Dabi la había besado en su ausencia, no había sentido más que rabia hacia él. Pero nunca hacia ella. Nunca podría odiarla, sin importar lo que pasara.

Pero ahora... Ahora todo era diferente. Ochako lo trataba como si fuera el villano de su historia. Como si todo lo que él había hecho por ella no importara. ¿Acaso no entiende todo lo que sacrifiqué por ella? pensó, con el ceño fruncido mientras aumentaba el ritmo de su carrera. Había dejado de lado su orgullo, había soportado el dolor de verla rota, había hecho todo por estar a su lado, y aun así ella lo dejaba al margen.

¿Y para qué? ¿Para que le sonriera a Todoroki de esa forma? La sangre le hervía solo de recordar la escena. Ochako había dejado de lado su habitual dureza para mostrarle esa sonrisa cálida, como si Todoroki fuera el único capaz de hacerla sentir cómoda.

Cada vez que el recuerdo de la noche anterior volvía a su mente, sentía que le arrancaban una parte de sí mismo. Su orgullo, ese que siempre había sido su fortaleza, estaba en pedazos. No podía permitirse sentirse así. Él era Katsuki Bakugou, maldita sea.

Al detenerse frente a un parque cubierto de nieve, apretó los puños con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos. Su respiración formaba pequeñas nubes de vapor en el aire gélido, pero él no lo sentía. Lo único que podía sentir era el peso de la traición.

Con ese pensamiento, Bakugou se quitó los auriculares, guardándolos en su bolsillo. Había decidido que no iba a huir de esto. Si Ochako pensaba que podía ignorarlo, tendría que enfrentarse a él.

"Esto no termina aquí, cara redonda."

"

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Mi último aliento ~Kacchako~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora