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Juanjo está pensando en si entrar o no. Ni siquiera recuerda cuándo fue la última vez que vino a la Cueva Ritual, allí dónde viven los vampiros que són considerados “ancianos” —es decir, de las primeras generaciones que fueron convertidas, hace más de dos mil años—. Seguro que su abuela le echa de menos. ¿Por qué Juanjo está aquí? Ni él lo sabe. Simplemente se ha dejado guiar por sus pasos, y como aún faltan un par de horas para su encuentro con Martin y sus amistades… Él también echa de menos a su abuela.

Finalmente, se decide a entrar y el aroma a madera quemada inunda sus fosas nasales. La gran cueva está iluminada por varias fogatas, estratégicamente colocadas para que no haya ni una sombra. Todos los ancianos pausan sus quehaceres para observar al principe.

– ¿Juanjo? – pregunta una mujer, alejándose del grupo en el que estaba, para acercarse a su nieto.

– Hola, Abu. – el mencionado sonríe, entre nervioso y emocionado.

– ¡Cómo has crecido! ¡Qué guapo estás! – ella se acerca aún más, pero respetando el metro de espacio personal – ¿A qué se debe tu visita? – pregunta, sin dejar de mostrarse feliz por la sorpresa.

– No lo sé. – confiesa Juanjo, encogiéndose de hombros – Te echaba de menos y supongo… No sé, me gustaría hablar contigo de… un tema. – dice, mirando a su alrededor – En privado, si puede ser.

– Sin problema. – dice ella, antes de salir de la Cueva, siendo seguida por su nieto – ¿Qué te preocupa? – pregunta, cuando ya están lejos y nadie puede escucharles.

– He encontrado a mi vínculo. – contesta él, con las mejillas rojas y su abuela abre los ojos como platos – Bueno, de hecho, la unión ya se ha llevado a cabo. – confiesa, con cierto miedo a la reacción de ella.

– ¿Dónde? La tradición dicta que todas las uniones deben realizarse en la Cueva Ritual. ¿Por qué no me he enterado yo? – pregunta ella, confundida.

– Es que… la ceremonia no se hizo en Territorio de Vampiros. De hecho, ni siquiera tuvimos una ceremonia en sí, no había tiempo para los preparativos y…

– ¿Qué estás intentando decir, Junjo?

– Me he unido a un lobo. A un Alfa puro.

Silencio. No hay más respuesta. Juanjo es incapaz de descifrar la cara de su abuela y eso le da miedo. ¿Esta enfadada? ¿Decepcionada? ¿Triste? Le es imposible saberlo.

– ¿Te hace feliz? – la pregunta de su abuela le pilla por sorpresa y tarda unos segundos en responder.

– Sí. – contesta, con las mejillas enrojecidas, al recordar el hormigueo que recorre todo su cuerpo cada vez que sus manos rozan las de Martin.

– Entonces… ¿Por qué estás tan preocupado?

– Padre aún no lo sabe.

– Pues que se vaya haciendo a la idea. Según la ley, ya podrías coronarte como rey. – ella hace reír a Juanjo – ¿Cómo pasó?

– Me salvó. – dice él, antes de narrarle la noche en que se unió a Martin y todo lo que ha pasado después.

– Me alegra que hayas encontrado con quien abrirte. – dice ella, con orgullo – Para un vampiro es muy difícil, encontrar a la persona con la que uno se siente agusto incluso con el contacto físico. – añade – Parece casualidad, pero creo que vuestro encuentro fue obra del destino.

– ¿Tu crees? – pregunta él y su abuela asiente con la cabeza.

– Me encantará conocerlo, cuando encuentres el momento de presentarlo al reino. – dice y Juanjo sonríe aún más – Pero ahora, tienes que ir con él. No tardará en anochecer.

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Y aquí tenéis otro capítulo!

Corto, lo sé, pero no tenía mucho tiempo para escribir 😅

Espero que os haya gustado 💕

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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En guerra - Juantin AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora